Ángel Sala, director del Festival Internacional de Sitges
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Archivada la causa contra el director del festival de Sitges

Estaba acusado de pornografía infantil por proyectar 'A serbian film'

BARCELONA Actualizado: Guardar
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Ángel Sala, director del festival de cine de Sitges, se ha quitado un peso de encima. Un juzgado de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) ha archivado la denuncia por delito de exhibición de pornografía infantil que pesaba contra él por haber permitido el pase de 'A Serbian film' en la edición del certamen de cine fantástico y de terror de 2010. En concreto, la Fiscalía consideraba que Sala pudo cometer un delito, castigado con hasta un año de cárcel, por proyectar una cinta que, según el ministerio público, atentaba contra los derechos del menor. Sobre todo por dos escenas: en una de ellas se veía a un hombre realizando movimientos pélvicos con un recién nacido entre sus piernas y en la segunda aparecía un adulto fornicando con su hijo de ocho años.

El juzgado de Vilanova ha decidido no continuar con la causa, ya que entiende que "los hechos investigados no son constitutivos de infracción penal". Según la juez Marga Fe Subirats, "la resolución de la cuestión pasa por determinar el género de la película", que de ninguna manera puede ser calificada de «pornográfica». Tiene escenas «execrables, masoquistas y de una violencia extrema, pero en modo alguno persiguen la excitación sexual (por lo menos para personas sexualmente cabales)», según el auto de la magistrada conocido este miércoles. La juez califica la película de género «gore» y se atreve en la crítica cinematográfica cuando afirma, en el auto, que los premios que recibió la cinta del serbio Srdjan Spasojevic en distintos festivales internacionales son «de dudoso merecimiento».

El director del Festival de Sitges, durante su comparecencia ante el juez para responder del delito de exhibición de pornografía infantil, argumentó que ninguna de las escabrosas escenas era real, y por tanto no había sexo explícito con niños, ya que los planos eran representaciones simuladas, como acostumbra a pasar en el cine. Sala se defendió ante el juez aportando el 'making off' de la cinta, demostrando que los niños que aparecían en ella eran muñecos.

Gran revuelo mediático

La imputación de Sala levanto una fuerte polvareda en el mundo del cine y los principales directores de festivales españoles (San Sebastián, Gijón, Valladolid o Málaga, entre otros), manifestaron su inquietud por lo que consideraron un acto de censura. «Comportamientos como el de la fiscalía parecen retrotraernos a épocas censoras contra la libertad de expresión», afirmaron cuando se conoció la imputación de Sala, en marzo de 2011. La película pudo verse los días 14 y 16 de octubre de 2010 en Sitges y su posterior exhibición en la Semana de Terror de San Sebastián fue prohibida por orden judicial. En cambio sí fue exhibida en distintos certámenes de todo el mundo como Austin, Bruselas, Cannes, San Francisco o Montreal. En Gran Bretaña, el director (que afirmó que había realizado una especie de "metáfora de Serbia", su país, "destrozado por las sucesivas guerras") tuvo que eliminar las escenas de violencia extrema.