Entrevista

Rubalcaba: «Hay partido y voy a dejarme la piel en el campo»

«El político que ahora se comprometa a crear un número determinado de puestos de trabajo, una de dos: o miente o es un insensato», asegura el candidato del PSOE

OVIEDO Actualizado: Guardar
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Alfredo Pérez Rubalcaba afronta la recta final de la campaña electoral convencido de que todavía puede dar la vuelta a las encuestas que pronostican un claro triunfo de Mariano Rajoy. En esta entrevista, realizada a través de un cuestionario, el aspirante socialista a La Moncloa analiza el desarrollo de la campaña y habla de la vuelta de Francisco Álvarez-Cascos a la primera línea política.

-Son muchos quienes le dan por derrotado de antemano. ¿Siente que ha perdido ya las elecciones?

-Rotundamente no. Además, permítame que le diga que me parece una falta de respeto a los ciudadanos dar por sentado el resultado. Aquí quienes mandan son los españoles, y sólo ellos son los que votarán al próximo presidente. Hay partido y yo voy a jugar como lo estoy haciendo, dejándome la piel en el campo explicando mi modelo para salir de la crisis sin dejar a nadie atrás. Hasta en eso somos diferentes el señor Rajoy y yo. Él está haciendo una campaña 'valium', realmente no está haciendo campaña porque no quiere que el electorado progresista se movilice. Yo, por el contrario, creo en las campañas y creo que, cuanta más gente vote el día 20, será mejor para todos.

-Ha lanzado propuestas en las últimas semanas para luchar contra el desempleo. ¿Le disgusta que le pregunten por qué no hizo nada antes para evitar los 5 millones de parados?

-Lo que me disgusta no es que me lo digan, es que haya tanta gente pasándolo mal. El paro no es una cifra. Detrás de cada parado hay un drama personal que, entre todos, tenemos que paliar. Por eso también debemos ser serios en las propuestas. El político que ahora se comprometa a crear un número determinado de puestos de trabajo, una de dos: o miente o es un insensato. A lo que yo me comprometo es a poner la creación de empleo por encima del resto de objetivos, es lo más importante. Las normas no escritas de la economía dicen que hay que esperar a que se produzca la recuperación económica para recuperar empleo. Esa premisa me parece un disparate porque no podemos esperar. Tenemos que incentivar desde el Estado la contratación. Necesitamos apostar por una nueva economía basada en la productividad, el crecimiento de valor añadido y las exportaciones. También necesitamos un modelo laboral adecuado y coherente con esa nueva economía, basado en la estabilidad real, la flexibilidad interna negociada y la formación para lograr un empleo de calidad. Cada vez resulta más necesario contar con un gran pacto por el empleo que combine los esfuerzos de los trabajadores, empresas y poderes públicos, que contenga también un pacto de rentas global y equilibrado, un conjunto de medidas fuertes para impulsar el empleo. Pero además necesitamos que ese empleo se genere sobre todo entre los jóvenes, y para eso vamos a presentar medidas para bonificar las nuevas contrataciones en las pequeñas y las medianas empresas y desincentivar la temporalidad. Voy a dedicar todos mis esfuerzos a la creación de empleo.

-El actual Gobierno se va después de haber trabajado para el final de ETA. Sin embargo, nadie parece reconocerle el mérito ¿Lo esperaba?

-El ruido de la campaña ha podido distorsionar el alcance de esta noticia. Yo creo que el tiempo pondrá a cada uno en su lugar, pero no es un asunto que me preocupe. No ha sido fácil llegar hasta aquí, pero lo hemos logrado entre todos con esfuerzo, perseverancia y también con mucho sufrimiento. Hemos llegado aquí gracias a la eficacia de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad de este país; el trabajo de jueces y fiscales y, también, gracias a la cooperación internacional. Pero sobre todo hemos llegado porque los demócratas hemos estado unidos contra ETA y quienes la han apoyado. Si yo he contribuido de alguna manera a todo ello, me siento reconfortado y como dije hace poco en un mitin, doy por bien empleada toda mi carrera política.

-Mirando más allá del 20-N, insiste en que el PP, si gana, va a poner en práctica las políticas que ya desarrolla en Madrid o Valencia. A juzgar por el resultado electoral de mayo, no parecen muy descontentos los ciudadanos de esas regiones.

-No estoy de acuerdo en que los ciudadanos de Madrid y Valencia no estén descontentos, lo están. En Madrid, Aguirre tiene al sector educativo en pie de guerra y en Cataluña, por políticas muy similares a las del PP, el sector sanitario también lo está. No creo que vaya a ganar el PP, pero deduzco, después de encontrarme cara a cara con Rajoy, que si ganan habrá un lamentable retroceso en los servicios públicos.

-¿Piensa de verdad que el PP tiene una agenda oculta de recortes?

-Lo pienso porque lo dice su programa electoral y se les escapa a alguno de sus dirigentes de vez en cuando. Quedó claro el otro día en el cara a cara que mantuve con Mariano Rajoy. Lo único que hizo fue sembrar incertidumbre sobre los parados, sobre su prestación por desempleo, sobre los convenios colectivos, sobre las pensiones que el PP quiere que se revisen cada dos años. En su programa no tiene ni una sola mención a la financiación de la sanidad pública y en educación no hay más que ver lo que se está haciendo en Madrid para ver que le quitan dinero a la enseñanza pública para dárselo luego a la privada de elite por la vía de las desgravaciones fiscales. Todo lo que el PP propone atenta contra los pilares del Estado del Bienestar español.

Cara a cara

-¿Esperaba salir más fortalecido de ese debate con Rajoy?

-Y he salido más fortalecido. El debate sirvió a nuestros objetivos: explicar nuestras propuestas y dirigirnos a los votantes progresistas. Yo hice propuestas y Mariano Rajoy sembró la incertidumbre.

-Francisco Álvarez-Cascos ganó las autonómicas en Asturias con Foro y ahora se presenta a las generales. ¿Le ve como un rival?

-No es posible diferenciar ideológicamente las propuestas de Cascos y de Rajoy. De hecho, Foro ya ha dicho con claridad que apoyará al PP en Madrid con sus votos. El adversario es la misma derecha con dos caras en Asturias.

-Se lo digo porque muchos votantes descontentos pueden seguir el camino que ya tomaron en mayo...

-En Asturias el Gobierno regional ha generado bastantes más problemas que soluciones desde el mes de mayo hasta ahora, y los asturianos lo saben porque lo sufren, y además les trae a la memoria aquel lamentable episodio de cuatro años de desgobierno de la derecha, del 95 al 99, en el que también Cascos fue un destacado protagonista. Aquello no fue una casualidad, y ahora se está demostrando que ese es el modelo de gobierno de la derecha para esta comunidad.

-Zapatero prometió que la autovía del Cantábrico estaría lista en 2009. Algo similar se podría decir de la alta velocidad. La excusa de la crisis no vale para los españoles.

-A estas alturas ya es evidente para todo el mundo que la crisis no es una excusa. ¡Qué más quisieran los irlandeses, los portugueses, los griegos o los italianos! En todos los países los gobiernos han tenido que poner en marcha programas de ahorro, que se han traducido también en muchos casos en la renuncia a ejecutar infraestructuras y equipamientos de todo tipo. Se trata de retrasos en algunas obras que no empañan un salto muy importante en las inversiones que se han realizado en Asturias. Y no fue por casualidad sino porque hubo decisiones de un Gobierno socialista que durante siete años ha aportado a esta región una media de inversión superior en un 67% a la media nacional, consolidando a Asturias como la segunda comunidad autónoma en inversión per cápita en las dos últimas legislaturas.