Fin al régimen de Gadafi

Rebeldes y gadafistas libran intensos combates en Bani Walid

Los enfrentamientos estallaron después de que la aviación de la OTAN destruyera una lanzadera de cohetes en poder de los leales a Gadafi

TRÍPOLI Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Las tropas rebeldes aseguran haber entrado en Bani Walid, al sur de Trípoli, uno de los últimos bastiones en manos de las fuerzas leales a Muamar Gadafi, y ya se están produciendo combates con las fuerzas gadafistas atricheradas en su interior. "Las fuerzas del Consejo Nacional de Transición (CNT) están en el norte de la ciudad combatiendo contra francotiradores, también han entrado desde el este", ha indicado un responsable del CNT, Abdalá Kanshil.

Los combates han estallado también con virulencia en los alrededores de la ciudad de Sirte, donde soldados leales a Gadafi han lanzado una serie de cohetes contra posiciones de los alzados ubicadas a unos 90 kilómetros al este. Hasta el momento no se ha informado de víctimas en el frente de Sirte, donde en las últimas horas perdieron la vida cinco rebeldes en un intento por avanzar hacia una aldea vecina.

En Bani Walid, los enfrentamientos comenzaron después de que la aviación de la OTAN abriera fuego y destruyera una lanzadera de cohetes en poder de las fuerzas gadafistas, han explicado oficiales sobre el terreno. "Hemos avanzado hacia el centro de la ciudad desde las carreteras de Mistrata y Trípoli", ha indicado el comandante Abdala al-Jazami, al mando de una columna rebelde en el puesto de control de Wishtata. Otro alto oficial ha manifestado, por su parte, que las fuerzas rebeldes han logrado atrapar a un grupo de leales a Gadafi, que han sido trasladados a un centro militar cercano.

De acuerdo con las fuerzas rebeldes, en el interior de esta localidad situada al inicio del gran desierto libio resisten varios centenares de leales gadafistas, fuertemente armados con fusiles y lanzacohetes. Además, decenas de francotiradores están apostados en tejados y esquinas de la ciudad, preparados para tender emboscadas, han agregado las fuentes.

Uno de los últimos bastiones

Los combates se han recrudecido a escasas horas antes de que expirase el ultimátum dado por la autoridad rebelde a la ciudad para que capitule y evite un nuevo derramamiento de sangre. Los alzados, que han mantenido negociaciones con los notables de Bani Walid durante los últimos diez días, habían advertido de que si mañana la bandera rebelde no ondeaba en el oasis, tratarían de tomarlo por la fuerza.

Los primeros enfrentamientos estallaron el jueves, después de que los leales gadafistas lanzaran cinco misiles tipo 'Grad' contra posiciones del asedio rebelde. Bani Walid es, junto a la ciudad costera de Sirte y los oasis de Sebha y Jufrah, uno de los últimos bastiones leales a Gadafi que aún resisten.

Los insurrectos creen, además, que su interior están escondidos Seif al Islam y Saadi, dos de los hijos más belicosos del huido dictador, además de varios altos cargos del antiguo régimen. Además, consideran que la toma del oasis Bani Walid puede ser un punto de inflexión que ayude a quebrar la resistencia gadafista en el resto del país.

Interpol emite una orden de captura de Gadafi

Mientras las operaciones militares se reanudan en Libia, Interpol ha anunciado que ha emitido una orden de detención contra Gadafi, su hijo Saif al Islam y su cuñado Abdulá al Senusi, exdirector de la inteligencia militar del régimen. Responde así a la petición hecha ayer por el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Luis Moreno Ocampo, que investiga la posibilidad de que Gadafi haya perpetrado crímenes contra la humanidad.

La Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) señala en un comunicado que esa notificación ha sido enviada a los 188 países miembros. En ella se incluyen datos de identificación e información judicial de esas tres personas y, según el secretario general de la organización, Ronald K. Noble, "restringirá de manera significativa su capacidad de cruzar fronteras internacionales".

Esa orden de captura u "alerta roja" fue considerada además una herramienta "potente para ayudar a la localización y arresto" de Gadafi y de los otros dos implicados, reclamados por la CPI por su supuesta responsabilidad en la represión violenta de las revueltas de insurgentes en el país.