Los sindicatos y Nueva Rumasa preparan un ERE temporal para conservar el empleo

Los sindicatos y la dirección de Nueva Rumasa han trazado la estrategia para evitar que la crisis empresarial en la que está inmerso el grupo afecte a los puestos de trabajo. El holding dirigido por José María Ruiz-Mateos firmará un pacto con CC OO y UGT para aplicar expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) en todas aquellas compañías que todavía no estén en concurso de acreedores. De esta forma, las sociedades podrán aplicar reducciones de jornada o suspensiones de contratos, por un máximo de seis meses, para capear la situación adversa en la que está sumido el grupo.

En el encuentro con responsables del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), el ministerio de Trabajo y el departamento de Medio Ambiente, Rural y Marino se examinaron las posibles soluciones para agilizar el pago de los más de seis millones de euros que debe el clan Ruiz-Mateos a sus trabajadores. El director general de Trabajo, Raúl Riesco, explicó que los ERTE favorecen a la empresa -que no incrementará sus deudas con sus empleados- y a los trabajadores, que tendrán acceso a las prestaciones de paro.

Los representantes de CC OO y UGT aseguraron que los servicios jurídicos de las centrales redactarán, lo antes posible, un borrador para establecer un acuerdo marco, ya que "una vez que la situación se traslade a los jueces mercantiles no tiene cabida la negociación y hay más peligro". Aún así, Riesco aclaró que en esos casos serán los propios magistrados quienes decidan. "Van a ser sensibles para adoptar este tipo de medidas porque no perjudican a nadie", subrayó.

De momento, sólo Dhul se encuentra en concurso de acreedores. Carcesa, Clesa, Cacaolat y Quesería Menorquina -que se acogió a este proceso a última hora del lunes- siguen pendientes de la decisión judicial. El consejero delegado de Nueva Rumasa, José María Ruiz-Mateos hijo, confirmó que las empresas que se acogerán a la antigua suspensión de pagos serán la firma de productos avícolas Hibramer y las cuatro divisiones del grupo vinícola Garvey en la provincia de Cádiz (Complejo Bodeguero Bellavista, Teresa Rivero, Zoilo Ruiz-Mateos y Bodegas Valdivia).

"Somos humanos"

En medio del desmoronamiento del imperio, el primogénito de la familia y principal portavoz de Nueva Rumasa apuntó que durante tres años de crisis "descomunal" han mantenido su lema "comprometidos con el empleo" con la contratación de 2.500 trabajadores y que ese ha sido su principal error. "Somos humanos y cometemos fallos", admitió. Y agradeció la colaboración del Gobierno para encontrar rápidas soluciones a la continuidad de los puestos de trabajo.

Frente a estos reconocimientos, el banco Santander sigue siendo el objetivo de todas las críticas de la familia Ruiz-Mateos. "Pensamos que estarían a las duras y a las maduras", se lamentó el consejero delegado del holding y culpó a la entidad dirigida por Emilio Botín de ser "una de las principales causantes de la situación actual".

"Todos los días llaman varios fondos de inversión e industriales, extranjeros y nacionales, para participar en el grupo y adquirir compañías", aseguró Ruiz-Mateos Rivero. Tuvo que reconocer que "muchos de los que se acercan buscan gangas o precios irrisorios". Admitió que los gestores de Nueva Rumasa están abiertos a todo "siempre que sea para el bien de las empresas, los empleados y los inversores".