Interior de la Bolsa de Madrid. / Foto: Archivo | Vídeo: Europa Press
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Libia dispara el crudo y hunde las bolsas

El selectivo se deja un 2,33% influido por los graves disturbios que se viven en el Magreb y Oriente Próximo

MADRID Actualizado: Guardar
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Los mercados han sufrido en sus carnes eso que dijo el hijo del dictador: "Libia no es Egipto". La importancia de sus pozos de petróleo y gas marcan la gran diferencia. De ahí que las tensiones en el país se multiplicaran en los mercados. El barril de Brent, de referencia en Europa, escaló hasta superar los 105 dólares, su nivel más alto desde septiembre de 2008. Algunas de las petroleras presentes en el país, muy especialmente Eni, que perdió más de un 5%, pero también la austriaca OMV, que cayó más de un 4%, ya están sufriendo problemas. Unas han paralizado su producción, otras, la exploración, y las más han decidido evacuar a sus trabajadores. Ello hace temer que el país con más reservas probadas de África, uno de los principales suministradores de oro negro a Europa, reduzca el número de barriles producidos y, por tanto, siga tensionando el precio del crudo al alza. Eso fue lo que cotizaron los mercados: que un crudo más caro frene la recuperación mundial o que, incluso, acabe con ella. Algunos analistas opinan que un barril entre 20 y 30 dólares más caro podría provocar una recaída en recesión.

Por eso el Ibex-35 retrocedió un 2,33%, la mayor caída del año, hasta los 10.810,50 puntos, en una sesión de camino clarísimo de menos a más pérdidas. Pero el indicador que más bajó fue el Ftse Mib de Milán, que sufrió una caída del 3,59%, presionado por Eni y, también, por algunas entidades financieras: no en vano, en el Eurostoxx 50, más que Eni, cayeron Unicredito e Intesa SanPaolo, que perdieron un 5,75% y un 5,15%, respectivamente. ¿Tiene algo que ver el hecho de que Italia fuera la potencia colonizadora de Libia?

Entre los peores también se colocó el PSI-20 de Lisboa, que sufrió una caída del 2,17%. El Cac 40 francés y el Dax alemán se dejaron alrededor de un 1,4% cada uno. El varapalo sufrido por el partido de Angela Merkel en Hamburgo, plaza que ganaron los socialdemócratas, pasó prácticamente desapercibido en el mercado, que estaba a otras cosas.

Los indicadores europeos siguieron su propia inercia descendente, dado que la Bolsa de Nueva York permanecía cerrada por la celebración del día de los presidentes.

Tensiones inflacionistas

Ligado al temor por la recaída en recesión, el miedo a que las tensiones inflacionistas derivadas de la subida del precio del crudo tengan como consecuencia una subida en el precio del dinero.

En este sentido, el siempre ortodoxo Banco Central Europeo echó leña al fuego: Lorenzo Bini Smaghi, miembro del consejo de gobierno de la autoridad monetaria europea, aseguró en Hong Kong que puede que se replanteen si el nivel actual del precio del dinero sigue siendo apropiado. Su compañero Athanasios Orphanides afirmó que la inflación permanecerá por encima del 2% más tiempo del previsto y que, entonces, el BCE deberá estar preparado para actuar de manera apropiada para garantizar la estabilidad de precios. El Eonia, el euribor a un año, descuenta que los tipos de interés subirán hasta el 1,25% en septiembre.

Normalmente, ante una escalada del riesgo geopolítico, los inversores suelen protegerse en las monedas más seguras, como lo son el yen y el dólar. El yen sí se revalorizó. Pero el tipo de cambio entre el euro y el dólar se comportó de una manera anormal, porque la cosa estuvo muy reñida: por un lado pesaba la crisis libia a favor del dólar pero, por otro, a favor del euro, pesaba la previsión de una pronta subida del precio del dinero.

El vuelo del dinero miedoso en busca de refugio fue mucho más claro en el caso de la deuda pública: el interés del bono alemán bajó hasta el 3,18%, un fenómeno muy extraño si tenemos en cuenta que, normalmente, las expectativas de más inflación y subidas de los tipos se descuentan en la deuda pública con repuntes de las rentabilidades. Pero es que los inversores compraron deuda pública alemana, el activo más seguro, para protegerse de unas turbulencias que podrían prolongarse en el tiempo en caso de que Gadafi se aferre al poder pese a la oleada de protestas. También es raro que caiga la rentabilidad del bono alemán coincidiendo con la publicación del extraordinario dato de confianza que publicaba el Instituto Ifo. O con los indicadores de gestores de compras de la zona euro, que siguen expandiéndose, sobre todo los del sector manufacturero, que baten las expectativas de los analistas. Las mayores expectativas de crecimiento también cotizan en los bonos en forma de repuntes de las rentabilidades.

Aumenta la prima de riesgo de la deuda

La caída del interés del bono alemán provocó que la prima de riesgo de la deuda española se ampliara ligeramente hasta el 2,17%, dado que el interés del bono español bajó levemente por debajo del 5,40%. En este sentido, Andrew Bosomworth, de Pimco, aseguró que la deuda pública española está mejorando como opción de inversión. Mientras, el interés del bono portugués se sitúa en el 7,45%, lo que supone un diferencial del 4,26% respecto al del "bund".

Las revueltas también están provocando que la deuda de los países afectados pierda calidad: la agencia de calificación S&P rebajó la nota tanto de Barhein como de Libia.

Los metales preciosos también actuaron como refugio: el oro acumuló su sexta sesión consecutiva de ascensos, hasta superar los 1.400 dólares por onza por primera vez en casi dos meses. Y algunos analistas opinan que no le sorprendería que alcanzara los 1.500 dólares. La plata, el paladio y el platino también ganaban posiciones.

En el selectivo español, Abengoa sufrió el mayor descenso: retrocedió un 5%, para dar un último cambio en los 19,27 euros. A continuación, Técnicas Reunidas, que perdió un 4,79%, quizá porque su actividad está íntimamente relacionada con la industria petrolera y, si ésta tiene problemas, es normal que sufra. OHL también bajó más de cuatro puntos porcentuales.

Entre los valores más castigados, algunas entidades financieras, como el Popular, Bankinter o el Santander, los tres con descensos de más de un 3%. El Sabadell y BBVA, por su parte, retrocedieron un 2,99% cada uno. En el Eurostoxx 50, a excepción de Eni y de Basf, el resto de valores que más sufrieron fueron todas entidades financieras.

Ningún valor del Ibex cerró la sesión en verde. Los que menos cayeron fueron Endesa y Gamesa, con retrocesos de un 0,78% y de un 0,88%, respectivamente. Fueron las dos únicas compañías que cayeron menos de un punto porcentual. Entre los mejores, también Telefónica e Inditex, pero retrocedieron un 1,14% y un 1,23%, respectivamente.

En el Mercado Continuo, sólo Catalana Occidente perdió más que Abengoa y Técnicas Reunidas. En el otro lado de la tabla, Viscofán fue el valor más rentable, con una revalorización del 5,03%, animada por los buenos resultados publicados por una competidora británica. Le siguió otra compañía del sector alimentario, Natra, que avanzó un 4,22%. Entre las inmobiliarias, al alza siguieron Aisa, que sumó un 4%, mientras que Quabit se apuntó un 1,74%.