TRIBUNALES

Nuevo juicio por el caso de Juan Cadenas: «Esa jefatura era una muerte anunciada»

El agente que perdió un ojo, el trabajo y casi la vida por la brutal agresión de los Cachimbas pide al Ayuntamiento de Puerto Serrano daños y perjuicios porque la jefatura, un antiguo bar, «no tenía ninguna seguridad». Este miércoles se ha celebrado el juicio

El cristal que le clavaron al policía por cuatro veces en la cara, globo ocular y paladar, lo cogieron de la puerta de las dependencias tras reventarla a patadas y golpes

La chaqueta que esa noche llevaba Juan Cadenas quedó llena de sangre tras la agresión.

María Almagro

La batalla judicial del policía local Juan Cadenas , el agente de Puerto Serrano que perdió un ojo y casi la vida por la brutal agresión que sufrió por parte de los conocidos como los hermanos Cachimbas, continúa. Han pasado ya cuatro años de aquella sangrienta madrugada cuando los Venegas atacaron «con un total desprecio a la vida» – estipuló la sentencia – a quien intentó detenerlos después de que uno de ellos estuviera sembrando el pánico al volante de un coche por las calles del pueblo. Pero, tras esos cuatro años, el agente sigue batallando para recuperar, en parte, lo que aquel día le arrebataron: su oficio y sus derechos.

Después de ganar el asunto penal, el que condenó a Jorge, Pedro y Jose por el asalto y la agresión a una pena de entre 8 a 13 años de cárcel, el largo y pesado viaje judicial tiene aún algunas cuestiones por resolver y este miércoles ha tenido una nueva parada. El Juzgado de lo Social número uno de Jerez, ha acogido la vista por la denuncia que presentó Juan Cadenas, representado por el letrado Ramón Dávila, contra el Ayuntamiento de Puerto Serrano por la «graves deficiencias» en materia de seguridad que tenía la jefatura y que, según sostienen, permitió el asalto de los Cachimbas y el posterior brutal ataque.

Cabe recordar que Juan Cadenas perdió su ojo izquierdo como consecuencia de esta agresión. Pedro Venegas se lo perforó clavándole hasta en cuatro ocasiones un cristal que cogió de la puerta de la propia Jefatura de la Policía Local que habían roto para acceder a su interior y sacar de las dependencias al hermano pequeño, Jorge, que había sido detenido.

Juan Cadenas, apoyado y recibido por compañeros policías, el día del juicio contra los Cachimbas. F. Jiménez

En la denuncia se describen las condiciones «deficitarias y ridículas» de las dependencias policiales, un antiguo bar de una estación de autobuses reconvertido en jefatura. Por ejemplo, sostienen que esa puerta de donde sacaron el punzón de cristal «incumplía absolutamente» las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo.

Para los denunciantes, por tanto, existe una clara relación causa-efecto entre las lesiones que sufrió Juan y la infracción de la normativa por parte del Ayuntamiento de Puerto Serrano, quien es responsable directo de la jefatura, por lo que les solicitan una indemnización por todos los daños y perjuicios sufridos desde entonces por el agente, tanto las secuelas físicas y psicológicas, como los perjuicios laborales que ha tenido después como el que le hayan denegado pasar a segunda actividad.

El principal fundamento de esta denuncia es que no existía evaluación de riesgos y por tanto no se aplicaba ninguna prevención de riesgos laborales. O lo que es lo mismo, «no había medidas de protección concretas que hubieran permitido velar por la seguridad de los agentes, como la colocación de una puerta de seguridad o videocámaras de vigilancias, dado que las que había eran simuladas».

El jefe de la Policía Local admite ante el juez la falta de seguridad del edificio y habla de incidentes previos

Uno de los testigos que declaró este miércoles ante el juez de la causa corroboró esta tesis. Fue el jefe de la Policía Local de Puerto Serrano. Según afirmó, ya se habían quejado a la Corporación municipal de la falta de seguridad del edificio a pesar de que ya se habían producido varios altercados previos e incidentes violentos. «Aquello era una muerte anunciada», afirmó.

Por su parte el abogado del Ayuntamiento serrano insistió en un defecto de forma de la denuncia al considerar que está prescrita y que no se ha presentado en el plazo estipulado. Por otro lado, defendió que el Consistorio no era el responsable directo de los hechos y llegó a poner en cuestión la actuación policial como por ejemplo que Juan Cadenas llegara a sacar el arma cuando le tenían acorralado y en el suelo. Estas palabras eran seguidas atentamente por el agente, quien presente en la vista, se mostró muy afectado por lo que estaba escuchando. Tanto es así que el propio juez le invitó a salir de la sala por si se estaba encontrando mal. Sin embargo, el agente prefirió quedarse.

Otro testigo, un perito aportado por los denunciantes, corroboró las «graves» deficiencias de la jefatura en cuanto a materia de seguridad laboral como la inexistencia de una evaluación de riesgos y la ausencia de medidas de emergencia en un espacio además donde pueden darse de forma más habitual este tipo de incidentes. «Eso era una jefatura improvisada», sostuvo.

A este respecto, el abogado de Cadenas quiso que quedara acreditado que el Ayuntamiento cambió la puerta de las dependencias policiales después de la agresión y «curiosamente» antes de la inspección de trabajo que se hizo para evaluar este caso. El juicio ha quedado este miércoles visto para sentencia.

El cristal de la puerta fue el arma que usó Pedro Venegas contra el agente. La Voz
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