INDUSTRIA

Navantia se aferra ahora a contratos con India y Marruecos tras perder el de EEUU

La empresa española ha perdido en dos años tres importantes acuerdos de construcción naval donde era la favorita y ahora la crisis sanitaria perjudica sus intereses

Corte de chapa el pasado verano en Puerto Real para la plataforma encargada por la noruega Equinor FRANCIS JIMÉNEZ

Javier Rodríguez

Los astilleros públicos entran en una fase muy delicada ante la ausencia a corto y medio plazo de contratos para construcción naval. El varapalo de Estados Unidos ha dejado a Navantia noqueada. La empresa española perdió la semana pasada toda opción para fabricar en una primera fase diez fragatas para la Us-Navy. El Gobierno que preside Donald Trump inclinó finalmente la balanza en favor del astillero italiano Fincantieri a pesar de que la oferta presentada por Navantia era la favorita del Pentágono con un modelo basado en la fragata F-100 de la Armada española. Este revés es el tercero que sufre la empresa española en el plano internacional en menos de dos años.

En junio de 2018 perdió el concurso con Australia para la construcción de nueve fragatas y en octubre del mismo año se esfumó otro concurso para la construcción de doce fragatas para la Marina de Canadá . El Brexit tuvo mucho que ver en la perdida de ambos contratos, ya que fue la inglesa BAE Systems la que se llevó el gato al agua. Tanto Canadá como Australia cerraron filas en favor de una empresa inglesa y ante la salida del reino Unido de la Unión Europea. Esta situación deja a la constructora española casi sin cartuchos en el panorama internacional. De hecho, solo le quedan dos opciones para seguir flotando, por un lado, el concurso abierto por el Gobierno de India para la renovación de su flota, que incluye la construcción de seis submarinos, y la intención del Gobierno de Marruecos de contratar la obra de dos patrulleros. Además, sigue abierta la posibilidad de que Arabia Saudí amplíe el actual contrato de las corbetas que se construyen en San Fernando con una nueva obra: la construcción de dos buques de apoyo logístico.

Si analizamos las opciones que le quedan a Navantia en el ámbito internacional, tras perder la apuesta con EE UU, Canadá y Australia, la opción más sustanciosa descansa sobre India.

Renovación de flota

El Gobierno de India quiere seis submarinos. Navantia se sumó en julio de 2019 al concurso abierto por el país asiático para designar al socio extranjero de los astilleros indios que se encargarán de construir los sumergibles, dentro de un plan ambicioso para aumentar su flota. Igualmente, Navantia presentó en 2018 una oferta para construir cuatro buques anfibios para la Marina de India. La oferta de los astilleros españoles está inspirada en el buque LHD de la Armada española ‘Juan Carlos I’. , en el diseño y construcción de cuatro unidades anfibias con capacidad de portaeronaves. El Gobierno de India sigue adelante con el concurso internacional para la construcción en astilleros nacionales de cuatro buques de estas características. Cabe recordar que la empresa española se encuentra en la lista final para lograr este contrato y compite con la francesa Noval Group, que ha exhibido uno de los buques de asalto anfibio de la clase Mistral. El contrato se estima en unos 3.000 millones de dólares.

La crisis del coronavirus aplaza, por ahora, las inversiones del séptimo BAM y de los ferrys

Otro de los concursos a los que opta Navantia es a la construcción de tres buques logísticos para la Royal Navy inglesa. Precisamente, Navantia presentó en Londres en septiembre de 2019, junto con su socio británico BMT, su propuesta de barco para el programa de diseño y construcción de dos buques logísticos (FSS), que realizarán el aprovisionamiento en la mar de la flota. Navantia aporta en este concurso su experiencia en la construcción de buques de similares prestaciones (Armada española y Armada australiana), mientras que BMT aporta unas capacidades de diseño ya probadas.

Pese a todo, el Ministerio de Defensa de Reino Unido decidió en noviembre pasado paralizar la licitación de los tres buques logísticos FSS para la Royal Navy a la espera de la evolución del Brexit.

El tercer contrato que persigue Navantia es con Marruecos. La propuesta de Marruecos está encima de la mesa de la empresa española y sus ingenieros ya trabajan en ella . No está decidido que Navantia vaya a construir estos tres patrulleros , muy similares a los cuatro Buques de Vigilancia del Litoral (BVL) que fabricó en el astillero de San Fernando en 2005 para el gobierno de Venezuela, entonces presidido por Hugo Chávez. El coste de los tres barcos ronda los 260 millones de euros y la operación está pendiente solo del visto bueno del rey Mohamed VI.

El tipo de patrulleros de altura que demanda Marruecos están diseñado para la vigilancia del litoral y tareas de salvamento y disponen de cubierta para helicópteros. Por sus características, resultan adecuados para evitar la salida de pateras con migrantes irregulares.

El cuarto contrato internacional por el que puja Navantia es, precisamente, con Arabia Saudí. Cabe recordar que el contrato de las cinco corbetas que se construyen en el astillero de San Fernando puede tener una prórroga o, más bien, una ampliación con dos buques anfibios. El Gobierno de Riad está interesado en l a compra de dos buques para el transporte de tropas y con capacidad para el despliegue de blindados, helicópteros y lanchas de desembarco. La nueva iniciativa de la Marina saudí se dio a conocer de manera muy tímida en 2019, pero lo que fue un deseo se ha convertido ahora en una realidad que empieza a tomar cuerpo.

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Los ingenieros de Navantia han tomado como referencia los dos buques anfibios (LPD) de la Armada española y, sobre ellos, están haciendo las modificaciones. Se trata de los buques 'Galicia' y 'Castilla', ambos con base en Rota , y construidos entre 1995 y 1998 en el astillero de Ferrol. Se trata de dos buques con hangar para cuatro helicópteros y la posibilidad de transportar hasta 600 efectivos, además de carros de combate. Cuentan también con un hospital en su interior. Navantia tiene previsto entregar a Arabia a primeros de 2022 la última de las cinco corbetas que construye en la factoría isleña y no es descabellado, por tanto, que el acuerdo naval entre España y Arabia, firmado en julio de 2018, siga adelante con un nuevo encargo.

Sin noticias del BAM y los ferrys

Sin embargo, la crisis del coronavirus mantiene paralizado este tipo de inversiones . Para remate, las esperanzas que la constructora naval española habían depositado en el Ministerio de Defensa española también están paralizadas. De momento, la acción del Gobierno se centra ahora en la crisis sanitaria que vive el país desde el pasado 14 de marzo en que se decretó el estado de alarma y no hay, de momento, financiación para la obra del séptimo BAM de apoyo a submarinos ni tampoco para las dos ferrys de transporte militar. El Plan Industrial de los astilleros españoles, firmado en diciembre de 2018, recoge entre las inversiones futuras la construcción de dos ferrys para el transporte de tropa del Ejército de Tierra y la obra del séptimo BAM para apoyo a submarinos. Se trata de dos proyectos navales clave para garantizar el futuro del astillero de Puerto Real.

Por lo que respecta a la mano de obra actual de astilleros, la planta de San Fernando sigue con la obra de las cinco corbetas saudíes , cuya primera unidad se tenía que haber botado el pasado abril. Los técnicos han reprogramado la producción con el objetivo de cumplir con la última entrega en el primer semestre de 2022.

En cuanto a la planta de Cádiz, se trabaja en la reprogramación de las grandes obras de cruceros previstas. Las dos más inmediatas son las del 'Allure', que llegará el próximo 15 de mayo, y la del 'Carnival Victory', que se ejecutará en Puerto Real.

La planta de Puerto Real es la que necesita un empujón ya que los tres proyectos eólicos que tiene entre manos concluirán de manera gradual a partir de este verano . La carga de trabajo en la factoría puertorrealeña es netamente eólica y está asegurada, al menos, hasta el año que viene. Por un lado, está la construcción de veinte soportes para un parque eólico marino en Escocia. Esta obra arrancó en agosto de 2019. Se trata de 20 ‘upper’ jackets para el parque eólico Moray Firth Offshore East. Estaba previstos que se entregaran en la primavera de este año.

El segundo encargo en el que trabaja Puerto Real es la construcción de una subestación eléctrica para la noruega Equinor Energy , que servirá para dar cobertura al complejo petrolífero de Johan Severdrup, en el Mar del Norte. En esta obra participan 350 personas durante 25 meses, lo que supone medio millón de horas de trabajo. La obra comenzó en julio de 2019 con el tradicional corte de chapa del primer bloque de la subestación eléctrica.

El tercer contrato eólico que afronta el astillero es la construcción de una jacket flotante. Este contrato se desarrolla en el astillero gallego de Fene (A Coruña). La empresa pública se adjudicó esta obra junto a Windar. Las cinco unidades están destinadas al campo Kinkardine, situado a 15 kilómetros de Aberdeen (Reino Unido). Los trabajos de construcción comenzaron en marzo de 2019 en las instalaciones de Windar Renovables, en Avilés, y siguen en la factoría de Fene. Sin embargo, el tiempo tan ajustado del contrato de estas estructuras flotantes llevó a Navantia a desviar hasta Puerto Real la construcción de una de las cinco plataformas. La terminación de esta obra estaba también prevista para esta primavera.

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