Industria Naval
Marruecos frena el acuerdo para construir patrulleros en San Fernando
La ministra de Hacienda anunció el pasado enero la obra de un buque militar para la Marina Real marroquí durante una visita a la planta isleña
Los desencuentros con España a lo largo de 2021 han llevado a Rabat a mirar a otros países
Las relaciones entre España y Marruecos no atraviesan su mejor momento. El punto de mayor crispación entre ambos países tuvo lugar el pasado mayo cuando el reino alauita permitió la salida de 10.000 inmigrantes de su territorio que esperaban el momento para saltar la valla de Ceuta.
La decisión de Rabat era una respuesta contundente a la presencia en España desde abril del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, enfermo de Covid . Ghali se encontraba ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de un hospital de Logroño. La embajadora de Marruecos en España, Karima Benyaich, fue llamada a consultas en Rabat y desde entonces no ha vuelto a su puesto en la sede diplomática de Madrid. A esta ruptura de relaciones hay que sumar también la escalada de tensión entre Marruecos y Argelia que ha llevado al Gobierno marroquí a impedir el paso del gas argelino por su territorio, afectando de lleno a España. Rabat, que mantiene un contencioso político con Argelia por la presencia de saharauis en los campos de refugiados de Tinduf, ha protagonizado numerosos incidentes en la extensa frontera argelina, lo que ha llevado al reino a buscar un equilibrio de poder militar en la zona, con independencia de su coste, para contrarrestar la diferencia actual con el ejército de Argel.
El servicio de ingeniería de Navantia no ha seguido adelante con este programa naval a la espera de nuevas órdenes
Este cúmulo de desencuentros entre nuestro país y el país vecino ponen en entredicho algunas inversiones de Marruecos en España. El pasado 8 de enero, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero , realizó una visita al astillero de San Fernando, acompañada de la presidenta de la SEPI, Belén Gualda . Montero supervisó personalmente el desarrollo de la obra de las cinco corbetas que Navantia construye en la planta isleña para la Marina de Arabia Saudí. Ese mismo día, el Gobierno español, a través de la ministra de Hacienda, anunció por sorpresa la firma de un contrato con Marruecos para la construcción en los astilleros gaditanos de un patrullero militar para su Marina . De hecho este acuerdo abría la puerta a la construcción de un segundo buque. La noticia fue muy bien recibida por la dirección del astillero de San Fernando, ya que era la factoría elegida para desarrollar la obra, una vez que culminara el programa naval de las corbetas saudíes. Entonces, las relaciones entre ambos países no estaban tan tensas, pero fue en primavera, con la crisis del líder polisario y la crisis migratoria cuando se rompieron.
Año 'horribilis'
LA VOZ ha podido saber que Marruecos ha frenado, de momento, el acuerdo alcanzado con Navantia a la espera de que se retomen las relaciones diplomáticas . Cabe recordar que el Gobierno de Rabat ha estrechado lazos con otros países para su política de rearme en este año 'horribilis' de su relación con España. Así, Marruecos cerró el pasado 24 de noviembre un acuerdo de cooperación militar con Israel , mientras que sigue su buena sintonía con Estados Unidos y ha cerrado con Emiratos Árabes un acuerdo de compra de cazas Mirage.
La construcción de un patrullero para la Marina marroquí fue un anuncio sorpresa antes de la crisis migratoria
Marruecos ha multiplicado su gasto en defensa. El plan quinquenal para la renovación de armamento y capacidades de defensa en el que está inmerso Marruecos cuenta con fondos por valor de 20.000 millones de dólares -un aumento del 29% en el último año- e incluye la adquisición de helicópteros, cazas de combate y carros de combate . También se ha especulado con la posibilidad de que el reino alauí se haga con drones de última generación y sistemas de defensa antiaérea Patriot.
Choque de intereses
Este despliegue inversor de Marruecos choca ahora con los intereses españoles, ya que las inversiones previstas con nuestros país ni están ni se le esperar. La ministra avanzó en enero que el contrato con Marruecos se refería a un patrullero de altura , cuya obra supondría un millón de horas de trabajo y cerca de 250 empleos durante los próximos tres años y medio.
Se trata de embarcaciones, de la serie Avante, similares a los BVL vendidos a Venezuela : buques de unas 1.500 toneladas y 80 metros de eslora, con una autonomía de 4.000 millas y 40 tripulantes. Ese tipo de patrulleros de altura están diseñados para la vigilancia del litoral y tareas de rescate y salvamento —disponen de cubierta para helicópteros—, entre otras misiones.
España ya suministró patrulleros y una corbeta a Marruecos en la década de los ochenta
Marruecos comunicó en abril de 2019 las especificaciones del contrato para la construcción del patrullero, por el que se interesaron astilleros de varios países. Navantia presentó su oferta en agosto y un equipo de la compañía se desplazó a Marruecos para negociar los aspectos técnicos y comerciales.
Desde s eptiembre de 2020 , los contactos entre Navantia y la Administración de la Defensa Nacional marroquí fueron permanentes para adecuar todas las especificaciones técnicas del buque a los requisitos de su Marina y cumplir la hoja de ruta acordada en la negociación.
El contrato anunciado por la ministra de Hacienda incluía el diseño del buque . Una vez finalizados los trabajos de ingeniería, comenzaría su construcción, aunque la titular de Hacienda no avanzó durante su visita a San Fernando ninguna fecha.
Navantia ya suministró patrulleros y una corbeta a la Marina Real de Marruecos en los años ochenta. El patrullero de altura se inserta dentro del Plan Estratégico de Navantia. Es un buque muy demandado en el ámbito internacional, con las consiguientes oportunidades de exportación a otros países.
La apuesta por el i ncremento del gasto en defensa de Rabat le está llevando a estrechar aun más los históricos lazos que unen a este país con Estados Unidos. No en vano, Marruecos se ha convertido en uno de los mejores clientes de Washington en los dos últimos años, con contratos que superan los 10.000 millones de euros destinados al programa de modernización de las fuerzas armadas marroquíes.
