Crimen Andorra

Igor 'El Ruso': «Disparé a los agentes porque quería recuperar mi Biblia»

El acusado de haber asesinado al guardia civil gaditano Víctor Caballero, a otro agente y a un ganadero se defiende ante el tribunal

Igor el Ruso’ declara en una cabina de cristal blindada. Europa Press

M. A.

«Yo no voy matando a la gente porque sí por ahí». Este lunes Norbert Feher, conocido como Igor 'El Ruso' , y tras una mampara blindada habilitada para él por su peligrosidad ha dado explicaciones ante un tribunal por haber acabado con la vida de tres personas el 14 de diciembre de 2017 en el Bajo Aragón. Entre ellas, la de Víctor Caballero , guardia civil gaditano y destinado en el grupo Roca en la comarca aragonesa que a los 38 años encontró la muerte cuando Igor, este antiguo exmilitar serbio le tiroteó a sangre fría, según la acusación.

Y Norbert Feher, condenado ya por otro asesinato, no negó en ningún momento ante el jurado que fue él quien disparó. Pero sí se justificó. A preguntas de la fiscal y de los abogados de las víctimas, Igor El Ruso, en italiano, frío y sin que le temblara la voz ni un instante relató su versión de los hechos. Los agentes se acercaron a inspeccionar una casa donde estaba la ‘pick up’ con la que había escapado tras matar antes al ganadero José Luis Iranzo y no les dio tiempo a reaccionar.

Los disparos, según la autopsia, fueron todos a partes donde nos les protegía el chaleco antibalas. «Solo pretendía huir. No tenía nada contra esas personas. Fue el destino», llegó a contestar Igor, argumentando además que lo que quería era recuperar la Biblia que tenía en una mochila dentro de la casa. Como afirmó a preguntas del abogado de la familia Caballero, no se podía marchar sin ella porque para él es «la salvación. El cuerpo no es más que un contenedor, nuestra alma es lo importante. Es inmortal».

Además aseguró que iba armado y que utiliza las armas solo cuando se ve «en apuros» y que los disparos no fueron a matar porque ya era de noche y no veía en la oscuridad. Les disparó 17 veces . La acusación mantiene que les hirió en las piernas, en la espalda y luego los remató en el suelo. Por ello pide para él la prisión permanente revisable.

Este lunes se iniciaba la vista entre extremas medidas de seguridad . Igor llegaba de prisión donde se le acusa de haber lesionado a varios funcionarios con un mosaico cuando iba a ser trasladado.

Como se recordará los hechos se remontan a diciembre de 2017 en la comarca del Bajo Aragón. Allí este ciudadano serbio (que ha utilizado también identidades rusas y húngaras) sembró el terror. Se encontraba oculto por esta zona rural ya que le buscaban como prófugo por otros crímenes cometidos en Italia. Los dueños de las casas de campo habían denunciado daños en las cerraduras de sus propiedades. Se había alertado sobre su violencia.

Y así fue como el ganadero José Luis Iranzo, de 40 años, acudió a una explotación agrícola en el paraje de ‘El Saso’, propiedad de la familia, para recoger a su padre, y, al entrar en la vivienda, no le dio tiempo a nada. Según el auto, Norbert Feher le disparó nada más verlo con una pistola y le causó la muerte.

Igor robó la pick-up de la víctima y se dio a la fuga. El padre del ganadero había escuchado los disparos y alertó a la Guardia Civil. Dos de los agentes, el gaditano Víctor Caballero y su compañero Víctor Romero, acudieron al aviso. A las 18.45 vieron un coche con las luces encendidas y fueron a identificar a su conductor. El presunto asesino llevaba dos armas. Intentaron defenderse pero ya heridos Igor les remató.

La defensa, por su parte, alega que su patrocinado actuó en legítima defensa, desde la creencia de que iba a ser atacado. Además sostiene que Feher presenta, debido a las vivencias que desde la niñez le han acompañado, trastorno de neurosis de guerra. A este respecto el propio Igor 'El Ruso' aseguró durante el juicio que los bombardeos le traumatizaron pero le hicieron «más fuerte». «La ansiedad es la enfermedad de los débiles», dijo.

Tote, como amigos y familiares llamaban a Víctor Caballero, tenía 38 años. Del barrio gaditano de Loreto era un ferviente futbolero e hincha del Cádiz C.F.. «Siempre tenía una sonrisa, era muy extrovertido», cuenta uno de sus compañeros, que le define como un «buen currante y buena persona, amigo de sus amigos». Hijo de guardia civil estuvo destinado en Tarifa y más tarde decidió volver a Teruel de donde es su pareja. El juicio continuará toda la semana.

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