Los grandes partidos votan juntos en defensa de las diputaciones

La Diputación de Cádiz vuelve a mostrar su rechazo a la iniciativa para suprimir esta administración que recoge el acuerdo nacional entre Ciudadanos y el PSOE. Lo hizo en un primer momento a través de la presidenta, Irene García, y ahora con un apoyo del Pleno de la institución a la resolución de la FAMP (Federación Andaluza de Municipios y Provincias) que defiende también su permanencia.

Esta ha sido una de las pocas iniciativas que ha salido adelante con los únicos votos a favor de los grandes partidos -PP y PSOE- que han hecho frente común por la permanencia de esta administración. El primero en tomar la palabra en este asunto ha sido el portavoz popular, José Loaiza, que ha considerado que «quien propone que se supriman las diputaciones es que desconoce cómo funcionan».

«Hace cuatro años se pusieron en duda y se paró. Ahora vuelve a haber debate por el pacto que han hecho PSOE y Ciudadanos y pretenden convertirlas en un consejo de alcaldes», ha recordado, mostrándose tajante en su postura: «Si la sociedad en general supiera la labor que hacen, nadie las pondría en duda» y ha instado a difundir más ese trabajo.

Con ánimo de construir una postura común que tanto cuesta para otros temas, ha asegurado que «era necesario traer aquí esta propuesta» que ha llegado al Pleno por partida doble, pues el orden del día recogía dos puntos casi idénticos presentados por los dos partidos con más representación. Y eso se ha notado también en los discursos. La postura del PSOE la ha defendido su portavoz, Juan Carlos Ruiz-Boix, que ha recordado que las ocho diputaciones andaluzas han mostrado su rechazo a que sean suprimidas, pero reconocen la necesidad de que se modernicen.

«Y en eso hemos encontrado un consenso en el seno de la Federación Andaluza de Municipios y en la nacional, que han firmado resoluciones de apoyo», ha insistido. De la misma forma, ha destacado que no hay otra fórmula para que los municipios de menos de 20.000 habitantes puedan disponer de todos los servicios. «Son nuestros pequeños pueblos los que saben cuál es el papel que representan, no las grandes capitales españolas», ha indicado. «A ellos se les ofrece asistencia jurídica, económica, planes de empleo, inversiones que luego venden sus alcaldes, pero que no serían posible sin la Diputación».

Pero ese clima de consenso, que tan pocas veces se respira en el Salón Regio del Palacio provincial, se rompía cuando los grupos con menos representación han tomado la palabra. El portavoz de Por Cádiz sí se puede, José María González, ha considerado la resolución de apoyo de la FAMP «es un debate vacío», ya que no habla de lo que ha considerado como el gran problema de los municipios: su financiación. González ha resaltado la importancia de cambiar esa ley «que nos asfixia» y de revisar la función de las administraciones públicas. En este punto, ha acusado a los grandes partidos de usarlas como «agencias de colocación». La afirmación ha tenido una dura contestación por parte de los grupos aludidos, en particular del socialista Ruiz-Boix, que le ha espetado que «la mayor agencia de colocación de la provincia es el Ayuntamiento de Cádiz, porque tiene el mayor número de asesores y la mayor financiación para ello.

Por su parte, el diputado de IU, Antonio Alba, ha justificado su rechazo en que «es un debate que no preocupa al ciudadano» tras considerar que «es necesario reforzar el municipalismo, pero no por un arrebato, sino de una manera sosegada». De la misma forma, ha aludido al interés político por mantener la silla, lo que también ha provocado reproches del retos de los portavoces.

La propuesta tampoco ha contado con el apoyo del PA, a pesar incluso de su posición como socio de gobierno. La andalucista Maribel Peinado ha señalado que su partido «defiende la vertebración del territorio a través de las comarcas y la necesidad de dar utilidad a las mancomunidades. Esa manera de proceder la considera mucho más eficaz que el mantenimiento de las diputaciones, pero no ha querido ofrecer un no rotundo y se ha limitado a abstenerse.

Finalmente la propuesta ha salido adelante con los votos del PSOE y el PP que no han vuelto a coincidir en casi ningún otro punto durante esta sesión plenaria.