Un fallo de calidad pone en jaque a la factoría de Airbus de El Puerto

La factoría de Airbus de EL Puerto, conocida como Centro Bahía de Cádiz (CBC), en el parque Tecnobahía de El Puerto, tiene que afrontar un serio problema de control de calidad en una de sus líneas de producción. Los primeros 'fan cowl' o cubremotores que ha construido para el avión 737-Max de Boeing no han superado la prueba. Se han detectado fallos en la unión de las juntas de estas piezas que componen la estructura.

La empresa norteamericana Boeing ha rechazado el primer envío y reclama a Airbus daños y perjuicios por estas deficiencias. Se trata de 60 unidades de 'fan cowl' correspondientes a 30 aviones, dos unidades por avión. Precisamente, Airbus tiene subcontratada la fase de sellado y ahora debe reforzar la producción para poder cumplir con los plazos de entrega marcados por Boeing.

Fuentes consultadas por LA VOZ reconocen que la alarma saltó el pasado abril. El ritmo de trabajo en la factoría portuense es frenético con los encargos del A320 y la entrada en la cadena de producción del pedido de Boeing. De hecho, personal temporal de la planta de Puerto Real se ha incorporado al CBC como refuerzo de la plantilla. Los 'fan cowl' forman parte del revestimiento de los motores y, en el caso del avión 737-Max de Boeing, son de aluminio, lo que hace más compleja y pesada su fabricación, nada que ver con la fibra de carbono que se utiliza en otros modelos de avión. Airbus tiene ahora que enmendar el error a toda máquina porque en septiembre pasará de fabricar 20 unidades de 'fan cowl' a 40, lo que obliga a un sobresfuerzo de la plantilla. Este periódico ha podio confirmar que Airbus está resolviendo el problema sin bajar la producción.

La factoría de Airbus Military en El Puerto se hizo en marzo de 2013 con este megacontrato de Boeing por un importe de 300 millones de euros. Así, el CBC será el suministrador único durante los próximos 20 años del 'fan cowl' de los motores del modelo 737-Max de Boeing. Esta pieza es el recubrimiento de las turbinas que lleva cada aeronave y, aunque la factoría portuense está especializada en fibra de carbono, se hizo con un contrato para fabricar piezas metálicas.