Provincia

Cádiz, refugio y 'caldo' de los grapo

Considerado, según sentenció la Audiencia Nacional en 2006, «el brazo armado del Partido Comunista de España (reconstituido)», la banda tuvo un especial calado en los barrios obreros gaditanos

Salida del grapo Laureano Ortega de la prisión de Puerto III. A. V-

M. A.

El origen de los Grupos de Resistencia Antifacista Primero de Octubre (GRAPO) se remonta a 1968. Considerado, según sentenció la Audiencia Nacional en 2006, «el brazo armado del Partido Comunista de España (reconstituido)», tuvo un especial calado en los barrios obreros gaditanos como por ejemplo en el Cerro del Moro, aunque se fundara en Vigo. De ahí que algunos de sus miembros, que han sido condenados por ello, fueran naturales de Cádiz . Se calcula que a finales de los ochenta en la provincia gaditana había unos 120 militantes de esta banda armada.

Así se encuentran nombres como el de José María Sánchez Casas , al que se le atribuyó el atentado más sangriento que señaló a esta organización:el de la cafetería California, 47 de la calle Goya en mayo de 1979. Murieron nueve personas y 61 resultaron heridas al explotar un artefacto que habían colocado en los aseos. Sánchez Casas fue condenado a 270 años de cárcel por ello aunque los grapo jamás reinvindicaron esta matanza. ​

Tras pasar por más de una decena de prisiones, este terrorista salió en libertad en 1997 y se dedicó a la pintura. Incluso llegó a anunciar el Carnaval de Cádiz con un cartel que firmó con el nombre de un amigo. La obra representaba una chirigota fenicia cantando a las puertas del Mercado de Abastos de la ciudad. Murió en 2001 a los 55 años cuando esperaba ser trasplantado de corazón en el hospital Reina Sofía de Córdoba.

Otro de estos ‘históricos’ gaditanos fue Juan Martín Luna . Este exgrapo murió en 1982 en Barcelona durante un tiroteo con la Policía. Lo mismo le ocurrió a Juan Delgado de Codes, durante un enfrentamiento en Madrid y que se había unido a la banda mientras estudiaba en la Escuela de Náutica de Cádiz.

A ellos también se suma el nombre de Sebastián Rodríguez ‘Chano’ , un grapo ‘reinsertado’ que se convirtió en medallista paraolímpico en los Juegos de Sidney y Atenas. Su minusvalía la causó una huelga de hambre que hizo en prisión para reclamar la unión de los presos Grapo en un mismo centro penitenciario. Estaba entonces cumpliendo condena por el asesinato del presidente de los empresarios sevillanos Rafael Padura. La protesta le originó una afección cerebral que lo dejó paralítico. La Diputación Provincial estuvo a punto de otorgarle una medalla el Día de la Provincia por sus hazañas deportivas, lo que provocó una gran polémica. Fue indultado en 2007 por el Consejo de Ministros.

El último rastro, aunque de otra forma bien distinta, lo dejaba otro nombre. El de Vicente Sarasa quien fue detenido en julio de 2012 en su casa de Extramuros por la Policía Nacional. Le acusaban, junto a otros tres presuntos exmiembros de la banda terrorista (José Antonio Ramón Teijelo, María Victoria Gómez Méndez y Manuela Ontanilla) de haber participado de alguna manera en el secuestro, en junio de 1995, del empresario zaragozano Publio Cordón, al que se considera fallecido en aquel cautiverio.

Pero, apenas un año después, la Audiencia Nacional sentenció que Sarasa no había tenido ninguna relación con ese secuestro y que, por tanto, quedaba plenamente exculpado. «Nunca ha sido del Grapo. Sí del PCE», clamaba entonces su familia.

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