Turismo

Ruta dulce por el recogimiento y la historia

Diez conventos de Cádiz resumen un patrimonio a menudo desconocido y desaprovechado que ofrece desde arquitectura y arte hasta repostería y alojamiento económico

Luminoso patio del Convento de Santo Domingo en Cádiz, parcialmente reconvertido en hotel en 2013. F. Jiménez

La Voz

Son lugares mitológicos que guardan historias sobrecogedoras o particulares, infravaloradas y documentadas. Hablan de refugio y fe, trascendencia y vida eterna, de sacrificio y tragedias, de oración y redención. En la literatura española, en su cultura, han dejado huella profunda y tienen lugar propio. Muchos tienen como apellido una palabra que intimida: clausura. El tiempo los ha descargado de ocupantes y vocaciones, muchos tienen dificultades de conservación y mantenimiento pero todos, sin excepción, ofrecen muchos motivos para la visita. Pueden ser las obras de arte que contienen, o una repostería tradicional exquisita y en peligro de extinción. También falta relevo generacional en nuestras cocinas. Pueden ser su arquitectura secular . Puede ser el papel que tuvieron en la historia durante los últimos ocho siglos. Incluso, ya en los últimos años, es posible disfrutarlos como alojamiento económico porque algunos se han reciclado para sobrevivir a la falta de ingresos. En todos los casos, sobran los intereses para descubrirlos o revisitarlos por curiosidad o utilidad. También, por qué no, en busca de reflexión, recogimiento, silencio, rezo, esas formas eternas de la manida y moderna meditación, tan de siempre. Diciembre es mes de conventos y aquí van diez en la provincia de Cádiz, entre más de 40 que resultan un refugio incomparable para el ánimo, el espíritu y los sentidos.

1

Imagen del Claustro del Convento dominico del siglo XVII. F. Jiménez

Santo Domingo-Dominicos (Cádiz)

Pocos conventos más unidos a la esencia de la ciudad de Cádiz que el de los dominicos. Construido en dos etapas distintas entre 1645 y 1666, guarda la imagen de la Patrona, Virgen del Rosario, y generaciones de gaditanos se han acostumbrado a visitar su iglesia conventual desde niños, ataviados con nardos, hasta ancianos, con cualquier motivo social y religioso.

Su faceta patrimonial también es notable. Guarda una importante colección de obras barrocas en mármol y una notable biblioteca , ya que desde finales del siglo XVII ejerció de centro de estudios. Desde 2013, una parte de su estructura es el Hotel Boutique Convento Cádiz, con modernas habitaciones dentro de una estructura intacta desde el siglo XVIII.

A efectos turísticos, su ubicación es privilegiada , preside una de las calles más bulliciosas y gastronómicas de Cádiz (Plocia), a dos minutos a pie del puerto o la estación ferroviaria y conectado por un feliz paseo con todos los tesoros paisajísticos e históricos del casco antiguo de Cádiz.

2

Cortejo religioso por el Callejón de las Monjas que conduce al Convento de la Merced.

Corpus Christi-Mercedarias Descalzas (Arcos de la Frontera)

Pocos paseos más bellos en la provincia de Cádiz que ese, tan monacal y conventual, que comienza o acaba en el Callejón de las Monjas. En lo alto de la Peña de Arcos, esa vía estrecha y umbría lleva hacia la plaza del Cabildo y, más adelante, hacia este Convento de las Mercedarias Descalzas , en la diminuta la Plazuela de la Botica, entre la Basílica de Santa María de la Asunción y la Iglesia de San Pedro.

Es el último convento de clausura que queda en Arcos, y de los escasos en la provincia. Su fecha de construcción se fija en 1642 y destaca en su patrimonio la imagen del patrón de la ciudad, San Miguel, un Niño Jesús atribuido a la Roldana y un artístico bargueño.

Pero si por algo es conocido este convento es por ser, quizás, uno de los tres que tiene la repostería más celebrada en la provincia . Ya es decir, porque el nivel es divino. Pues pocos surtidos más amplios, aplaudidos, buscados, comprados y paladeados que los de este torno de actividad incesante. El que lo probó, lo sabe.

3

Detalle de uno de los dos impresionantes portales del templo sanluqueño. L. V.

Madre de Dios-Dominicas (Sanlúcar)

Las dominicas de Madre de Dios llegan a Sanlúcar de Barrameda en 1480 . Fue el tercer duque de Medina Sidonia, Juan de Guzmán, el que elevaría en 1506 esta comunidad a la categoría de convento. En fechas del V Aniversario de la I Circunnavegación desde Sanlúcar, conviene recordar que las huellas históricas en esta villa son constantes. Por ejemplo, una hija del conquistador Hernán Cortés, María Cortés Zúñiga, llegó a ser priora de este convento.

En la Plaza Madre de Dios están las dos portadas neoclásicas de mármol que dan entrada al templo y que fueron realizadas por José Benjumea en 1815. Además de su protagonismo histórico y su respetada arquitectura, destaca su faceta repostera. Su tocino de cielo, que ofrece casi sin pausa desde principios del siglo XX, es la estrella de su amplio surtido. Hojaldrinas, pastas de almendras, roscos y torta de polvorón también tienen una gran aceptación. Todo puede encontrarse en el despacho ubicado en la calle Ruiz de Somavia, 1 de Sanlúcar .

4

Imagen de un concierto de cuerda celebrado en los muchos salones de San Miguel.

San Miguel-Clarisas Capuchinas (El Puerto de Santa María)

Este es un caso peculiar, en el que el uso mixto entre religioso y comercial se ha fundido hasta casi confundirse. De hecho, la mayoría de portuenses y gaditanos conocen más su faceta hotelera, como Monasterio de San Miguel , aunque fue inicialmente fundado en el siglo XVIII. Es cierto que su estructura y ubicación reciente es muy moderna, de 1975.

La reconversión de varias de sus dependencias en salas y auditorios de diverso uso se hizo con gran respeto hacia su arquitectura original y ha impregnado de un aire monacal tanto las actividades hoteleras como los cientos de eventos culturales que ha acogido. Es un lugar ineludible en El Puerto.

Ubicada en la calle del Convento 18, la zona monacal ofrece aún una hospedería mixta de siete plazas. También se admiten pequeños grupos de oración mediante cita previa. Merece la pena descubrir distintos espacios como la capilla, muy usada durante años en todo tipo de rituales religiosos. Para descubrir un convento, que es mucho más que una parte de un hotel, pueden realizarse visitas en días laborables y sábados, en horario de 09.00 a 13.00 y de 16.00 a 19.00 horas.

5

Imponente fachada de Santa María de Gracia, en Jerez. L. V.

Santa María de Gracia-Agustinas (Jerez de la Frontera)

Pocos conventos con una iglesia más imponente en la provincia que la de Santa María de Gracia, en el corazón de Jerez, tanto en lo geográfico como en lo sentimental puesto que ha sido centro de fervor durante siglos. A su grandiosa arquitectura -que hace merecer visita siquiera por mirar la fachada, sin entrar- se une un patrimonio documental muy reseñable: biblioteca, legajos, actas y escritos.

Como curiosidad, reseñar que no siempre se llamó así. Durante sus dos primeros siglos de existencia tuvo como denominación Santa María de la Victoria. Tiene web propia ( www.santamariadegracia.es ) y admite visitas en un horario restringido y que varía por estaciones, conviene consultar . La hospedería está reservada para familiares y religiosos de paso.

6

Momento de oración en el convento de la congregación de las Mínimas en Jerez. L. V.

Purísima Concepción-Mínimas (Jerez)

"Si queréis conocer un mundo distinto... Venid, os esperamos". Así reza un mensaje labrado en su portada. Pero ese mundo diferente, interior, siempre ha estado amenazado en los conventos por el exterior y sus miserias. Este recinto religioso de Jerez, quizás de los menos conocidos de la provincia, vale como ejemplo de los varios casi anónimos , menos llamativos por estructura o tesoros interiores, que se han enfrentado varias veces a la destrucción en la provincia. Así ocurrió en 1702, cuando los ingleses lo invadieron y lo saquearon. También en 1868, cuando los revolucionarios de la denominada 'Gloriosa', que destronaron a la reina Isabel II, arrasaron y derribaron buena parte de su construcción.

Pero, una y otra vez, desde que llegaron en 1524, las Mínimas han sabido reconstruirse, sobreponerse . Como excepción en la provincia, no está especializada en repostería, ni navideña ni común. En cambio, merece la pena probar la carne de membrillo que ofrece, si la ofrece, que va por temporadas y por posibilidades de producción.

7

Hermoso y popular acceso a la capilla del convento, en la gaditana calle Montañés.

La Piedad-Descalzas (Cádiz)

Un tesoro semioculto en pleno corazón de Cádiz . Los creyentes y practicantes pueden vivir misas regularmente en su imponente capilla, a la que se accede por la calle Montañés. Pertenece a la orden de franciscanas concepcionistas descalzas, que se fundó en 1642 expensas del canónigo Jerónimo Fernández Villanueva y fue reconstruido en su totalidad en el siglo siguiente. Las obras debieron concluir en 1759, según sus inscripciones.

Es una singular muestra de lo que se conoce por 'iglesia de cajón', tan característica de las órdenes femeninas: con la puerta en la entrada situada a los pies del templo, una sola nave y el coro a los pies, en alto. Las dependencias conventuales, cerradas a la clausura, se organizan en torno a dos patios de planta cuadrada sustentados por columnas dóricas de mármol. Una pena que apenas puedan verse . Espectacular la vista aérea, muy reconocible para los gaditanos.

A la espalda de la capilla, en la calle Feduchy, tienen un torno donde despachan un repertorio de pastelería que demuestra que el diablo, y la tentación, una vez estuvieron cerca de Dios , antes de ser ángeles caídos y dedicarse a sus cosas. Especialmente el tocino de cielo puede ser uno de los mayores placeres celestiales que se despachen fuera del cielo.

8

Elaboración de la célebre y exquisita torta de almendra en el convento chiclanero. L. V.

Jesús Nazareno-Agustinas (Chiclana)

Cuenta la leyenda que " una desapacible noche del día de Navidad de 1666 , la Madre Antonia de Jesús llegaba a la villa de Chiclana de la Frontera acompañada de otras cinco monjas, cuatro de ellas hermanas de sangre de la fundadora, procedente de la ciudad de Granada". Así nacía, según recoge la propia agrupación religiosa en su web, el primer convento de clausura de agustinas en la provincia.

Con el paso de los siglos se ha convertido en uno de los templos más populares de Chiclana, con una incesante actividad solidaria y de caridad hacia enfermos, excluidos e inmigrantes. El hecho de que esté en la céntrica calle Larga y su legendaria capacidad repostera también ayudan.

Sus postres y pasteles tienen merecida fama en toda la Bahía de Cádiz, con especial mención a la torta de almendra, que está en el terreno de la excelencia. Despachan de lunes a sábado pero sólo de 09.30 a 13.30 horas .

9

Detalle de la fachada principal del templo isleño. L. V.

Santísima Trinidad-Carmelitas Descalzas (San Fernando)

Merece la pena la visita por su peculiaridad . Es uno de los más modernos, apenas cuenta con poco más de medio siglo en su configuración actual, y por tanto presenta unas características completamente inusuales, especiales. Sus fachadas blancas y luminosas, su arquitectura que recuerda a la época colonial y el hecho de que presente una sola planta lo convierten en una bella rareza . Sin embargo, visto desde el exterior parece mostrar tres niveles de altura.

La búsqueda de siglos de un lugar adecuado para las Carmelitas Descalzas no concluyó hasta 1945 , con la compra de la llamada Casa de la Torre. Fue adquirida a Andrés Rodríguez Peralta por 200.000 pesetas. Al año siguiente, la casa ya era convento. Estamos, por tanto, ante el convento más joven de toda la provincia de Cádiz , ante una excepción, aunque el edificio tenga muchas más décadas de vida seglar, como casa señorial.

Está en plena calle Real, lo que le ha conferido protagonismo en la vida social, militar e histórica de San Fernando, además de su primordial función religiosa.

10

Vista aérea del convento de San Cristóbal, en la localidad asidonense.

San Cristóbal-Agustinas (Medina Sidonia)

En Medina Sidonia se les conoce como 'Monjas de Abajo' por la ubicación del convento dentro del empinado pueblo. Cuenta con un excelente obrador de repostería y se hizo tristemente célebre en las pasadas navidades por sufrir el robo de 10.000 euros en sus dependencias, todo lo que habían recaudado en Navidad a través de su maravilloso torno de dulces y pastelería, que conserva recetas centenarias.

Las agustinas se trasladan a donde hoy residen en 1646, finalizándose la obra en 1651. La iglesia es pequeña , por la gran amplitud del coro de monjas; es de una sola nave, ensanchada en el crucero, con cúpula sobre arcos y pechinas; el resto es bóveda de cañón con lunetos. El convento se centra en un patio cuadrado. Es obra barroca, como lo son sus altares con columnas salomónicas. Al exterior sobresalen dos grandes arcos que comunican con la torre.

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