La presidenta de Onda Cádiz dimite tras las denuncias de censura de un locutor

Un locutor sin apenas experiencia en medios, con un bagaje político como asesor socialista en Diputación y con un solo programa emitido. Ha sido suficiente para provocar una ruptura en la emisora pública municipal de radio y televisión, Onda Cádiz. Su presidenta, María Fernández-Trujillo, presentó en la noche de este miércoles su dimisión irrevocable tras una «tensa y densa» reunión del Consejo de la entidad que se prolongó durante casi tres horas y media. A su salida, la concejala de Ciudadanos admitía que las denuncias públicas del presentador, Luciano Albarrán, sobre presiones políticas y «censura» para modificar los contenidos de su programa (estrenado el lunes 7 de noviembre y cancelado el jueves siguiente) habían sido la gota que ha colmado el vaso.

«Llegué con mucha ilusión y muchas ganas, me he dado un año de plazo pero no se dan los criterios de pluralidad y transparencia por los que hemos luchado en este tiempo. Hemos luchado durante un año por defender medidas que garantizaran otra forma de hacer las cosas pero no se han podido aprobar», sentenciaba. La presidenta, en la reunión oficial, pidió la renuncia del edil David Navarro (Podemos) como consejero delegado «porque nunca hemos compartido que exista esa figura, no existe en otras televisiones públicas». Los votos en contra de Podemos y la abstención del PP dejaron esa petición de PSOE y Ciudadanos en un intento sin éxito. Navarro no se marcha y, por tanto, la que se va es la presidenta, harta, dice de «que se tomen decisiones como contrataciones, despidos y programación a espaldas del consejo. Nos enteramos a través de la prensa». Aseguró que «el incidente» de Luciano Albarrán al hablar de manipulación de contenidos era el último ejemplo de varios y afirmó que David Navarro había admitido ante el Consejo que se produjo esa reunión con el presentador «en el Ayuntamiento y con personas como asesores del alcalde que no pertenecen a la dirección de la emisora» en la que, según el denunciante, se le habrían recriminado, aconsejado y rechazado los contenidos que debía tener su programa.

La representante y concejal socialista, Mara Rodríguez Vega, admitió también a la salida que el detonante de la dimisión era "el desagradable y evitable episodio" de la reunión entre el locutor, el consejero delegado y el asesor del alcalde, José Vicente Barcia, en el Ayuntamiento. «Es muy grave». Aseguró que el presunto caso de censura política en la programación está asociado con el hecho de que al Consejo que rige la emisora «no se le dé toda la información. Nos enteramos de que este hombre [por Albarrán] iba a presentar un programa en la gala de presentación de la temporada de la radiotelevisión pública. Estamos defraudados porque la transparencia e independencia de la que hacen gala no se ha demostrado. No es agradable escuchar aseveraciones sobre reuniones en las que se le dice a alguien que hay que seguir directrices de un asesor. Se han pedido explicaciones y responsabilidades pero se han dado. Y el que calla, otorga», afirma la edil del PSOE. Rodríguez Vega destaca también que en este consejo, «y no es la primera vez», el PP se haya abstenido, con lo que permite que se impongan las propuestas de Podemos: «No sé que tipo de acuerdo o conveniencia tendrán porque sus representantes habían reconocido los argumentos que se exponían para pedir la dimisión del consejero delegado».

El último en comparecer fue el denunciado, el concejal de Podemos David Navarro. Achacó la dimisión de la presidenta al fallido «intento» de adquirir el control de la emisora a través de la eliminación del cargo que ocupa este edil. «Entristece lo ocurrido», añadió, pero defiende que «no empaña un año de rigor impecable y de labor independiente que ha convertido Onda Cádiz en paradigma de pluralidad, con unos profesionales que trabajan con total libertad, como atestiguan entidades como el Consejo Audiovisual de Andalucía». Preguntado hasta tres veces, Navarro no negó que el presentador fuera citado en el Ayuntamiento el pasado jueves 10 de noviembre: «Fue una reunión de contenido político, nunca técnico». Calificó el programa cancelado, detonante de la polémica, «como un error» y justificó su eliminación por el incumplimiento del compromiso de que fuera «abierto y participativo». Cuando se le preguntó por la presencia del primer asesor del alcalde, José Vicente Barcia, en el polémico encuentro, aseguró que en las reuniones en las que participa en el Ayuntamiento «hay personas entrando y saliendo constantemente, como en este caso, siempre hay trasiego de personal municipal y de otras personas porque no hay nada que ocultar».