Cádiz
Kichi, un alcalde «virtual» que utiliza las redes sociales como escaparate político
La actividad política del regidor durante esta crisis, con escasas apariciones públicas, se centra en lo que tanto criticó del anterior gobierno: el autobombo
José María González Santos ‘Kichi’ tiene su particular forma de hacer política. Las redes sociales se han convertido en las grandes aliadas de un alcalde, que a pesar de tener fama de ser una persona cercana y del pueblo, se relaciona más bien poco con la ciudadanía.
Sus apariciones públicas como primera autoridad de la capital son escasas y elegidas al detalle, no se sabe si por decisión propia o por las personas que le rodean y asesoran en San Juan de Dios.
Sus comparecencias ante los medios de comunicación se pueden contar con los dedos de una mano y hay meses en los que tan solo se le ve en el pleno ordinario de turno.
Hay barrios de la ciudad en los que Kichi, según comentan sus representantes vecinales, no ha puesto un pie en los años que lleva gobernando . Y si lo ha hecho en alguno, afirman, ha sido cuando se acercaban las Elecciones Municipales.
Una gestión ¿transparente?
La actividad del alcalde gaditano se centra, por un lado, en una política de puertas para adentro del Consistorio , hecho un tanto contradictorio teniendo en cuenta que en su primera toma de posesión como alcalde en 2015 pregonó a los cuatro vientos que el «nuevo» Ayuntamiento de Cádiz tendría paredes de cristal y que los gaditanos conocerían «al minuto» lo que estarían haciendo tanto él como sus concejales. Nada más lejos de la realidad.
Y, por otra parte, están sus redes sociales. Una herramienta que Kichi domina desde los comienzos de la formación morada en el escenario político y que siempre le ha funcionado muy bien. El alcalde cuenta en sus redes con una gran mayoría de su granero de votantes y más bien pocos detractores, suponiendo por tanto un gran escaparate para la venta de sus políticas.
La crisis sanitaria motivada por la llegada del coronavirus a todo el país y las semanas de confinamiento han servido para que el alcalde, al que apenas se ha podido ver, haya estado especialmente activo en sus redes sociales . Por un lado, lanzando mensajes sobre su «buena» gestión (que está siendo muy cuestionada) y, por otro, atacando a la oposición y a administraciones gobernadas por la «derecha», como es el caso de la Junta de Andalucía.
Asimismo, en su declaración institucional a los «vecinos y vecinas» de Cádiz en la televisión pública, no se cortó en lanzar críticas a las políticas llevadas a cabo en otras comunidades gobernadas, por supuesto, por «la derecha».
Kichi está demostrando cada día que no sabe «encajar» bien las críticas que se hacen por parte de la oposición sobre su forma de hacer política. Una «política del cambio» que no termina de materializarse en la ciudad.
Los ataques como defensa
Y así, el alcalde se defiende atacando . El retraso de la apertura de las playas ha sido objeto de las críticas de PP y PSOE, a los que Kichi puso «vestidos de limpio» en sus redes. De los socialistas dijo que sus argumentos políticos se habían vuelto «pobres» y que se sentían más cómodos «en la bancada de la derecha», y del PP que no había presentado ninguna propuesta durante la crisis salvo «colocar un crespón negro en la bandera de España», cuando en cada comisión de seguimiento de la crisis del Covid-19 todos los grupos de la oposición presentan un listado de iniciativas que el equipo de Gobierno -según éstos- «ni atiende ni tiene en cuenta».
Pero la cosa no quedó ahí y Kichi se cebó con el líder de los populares, Juancho Ortiz, al que calificó de «clasista» y de «no saber lo que era trabajar». Y todo porque el PP le acusó de ser «el alcalde más flojo de España» .
La guinda del pastel llegó el pasado miércoles, cuando el alcalde hizo un alegato contra la «gordofobia» , término inventado por él mismo, al sentirse atacado por los comentarios sobre su aumento de peso en los últimos meses. Kichi comparó -lo que podrían clasificarse como bromas- con afirmaciones cargadas de «componentes de odio similares a los como lo tienen la misoginia, el machismo, la homofobia, la lesbofobia, la transfobia, el racismo, la xenofobia o el clasismo».
Este es el panorama. Y mientras el alcalde se entretiene en las redes sociales lanzando este tipo de mensajes, hay familias en la ciudad que no llegan a final de mes , pequeños empresarios, hosteleros y comerciantes que no saben cómo saldrán adelante tras dos meses con sus barajas echadas y proyectos pendientes que no terminan de arrancar porque las prioridades del alcalde y de su equipo parecen ser otras.
El Ayuntamiento lleva sin celebrar un pleno ordinario, a diferencia de otros municipios, desde febrero y siguen sin estar claras las medidas que se han puesto en marcha para paliar los efectos devastadores de una crisis que ya afecta a miles de gaditanos , tanto los que votaron al Kichi como los que no.
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