El Rey defiende en Cádiz estas últimas cuatro décadas de democracia

El Rey Felipe VI ha afirmado que en las cuatro décadas desde las elecciones del 15 de junio de 1977 «España ha experimentado la transformación más positiva en términos sociales, políticos, económicos y culturales de toda su historia», y ha añadido que «se trata de un periodo que debe servirnos siempre de enseñanza e inspiración ante el futuro de progreso que queremos para España en todos los órdenes».

En un acto en Cádiz con motivo del 150 aniversario de 'Diario de Cádiz', Felipe VI ha apelado también al «sentido de responsabilidad inherente al buen periodismo», ya que «informar también contribuye a formar el espíritu cívico y la opinión de los ciudadanos».

En este sentido, ha indicado que «este espíritu se asienta en el respeto de los principios sobre los que se basa nuestra convivencia y en el conocimiento de nuestra trayectoria como país, una trayectoria que para poder valorar hay que conocer primero».

«El periodismo es también clave en lo que se refiere a esta tarea didáctica al servicio y en beneficio de la ciudadanía».

El Rey ha hecho referencia a las «nuevas realidades tecnológicas» y al «nuevo paradigma de la información en el mundo hiperconectado en el que vivimos», señalando que ese paradigma «obliga a diferenciar bien entre comunicación e información, a ser muy conscientes de que la universalización del uso y el dominio de los nuevos instrumentos comunicacionales ha facilitado una participación enormemente activa de la sociedad, pero al mismo tiempo nos obliga a ser precisos y muy rigorosos para distinguir entre el periodismo y las diferentes formas legítimas de libertad de expresión».

En este sentido, ha añadido que «este es un reto importante que hoy tienen los medios y que afecta tanto a los periódicos locales como a los de tirada nacional, tanto a los digitales como a las agencias de noticias». «Debemos mirar al futuro con confianza», ha señalado.

Finalmente, el Rey se ha referido a Cádiz, «cuna de la libertad de prensa y de nuestra primera Constitución», como «una atalaya de España hacia la hermana Iberoamérica y a los vecinos del norte de África». «Cádiz evoca nuestras raíces más antiguas y al mismo tiempo nuestra ilusión en un futuro de prosperidad y confianza, el mismo que se diseñó hace más de 200 años», ha concluido.