El Alcalde hace balance positivo de una Feria que llegó a su fin

Tras cinco días y seis noches de diversión, reencuentros, atracones y emociones, la Feria de la Primavera y Fiesta del Vino Fino de El Puerto de Santa María llega a su fin, con el colofón de los fuegos artificiales de la noche del lunes. Ahora es el momento en que portuenses y visitantes han de gestionar su resaca emocional.

El alcalde porteño Germán Beardo ha hecho balance positivo de una Feria que «costó poner en marcha dado el parón de dos años», pero que gracias «a la labor sobresaliente» del concejal de Fiestas, David Calleja , «se obró el milagro» y todo «salió bien».

No solo ha agrecido el trabajo a Calleja, sino a todas las concejalías implicadas en el gran evento, así como a los cuerpos y fuerzas de seguridad y servicios sanitarios que han hecho que «la mejor noticia es que no haya noticias malas» . Ha pasado por alto Beardo algunos incidentes recogidos en estas páginas y que quizás considere casos aislados. Ha puesto en valor, eso sí, «el buen funcionamiento de los autobuses y la implementación de la línea a la Costa Oeste».

Ha alabado la recuperación de la noche del miércoles y de la jornada del jueves como días de afluencia masiva. Y es cierto que la gente, tres primaveras después, tenía muchas ganas de fiesta. Hasta el mismo lunes, a priori en exclusiva para los porteños, Las Banderas ha registrado un agradable ambiente. La temperatura del último día, por cierto, ha sido para quedarse a vivir en ella.

El regidor, en un ágape con los medios en la Caseta Municipal, se ha mostradi «inconformista» , reconociendo que aunque esté «muy satisfecho con el desarrollo de la Fiesta», siempre hay cosas «que se pueden mejorar». Lo que no le ha impedido hacer alarde de una Feria «inclusiva», con precios populares tanto en la Caseta Municipal como en los cacharritos (miércoles y jueves).

Asimismo, ha anunciado que la próxima Feria de El Puerto –toquemos madera para que sea en 2023– estará dedicada a la ciudad de Córdoba, al igual que la presente tuvo como protagonista a Andalucía. Precisamente, la fiesta de la ciudad califal ha coincidido en el tiempo este año con la del Vino Fino.

Los portuenses, muchos de ellos con las ojeras que va marcando la acumulación de días feriados, han apurado hasta última hora –hasta la traca final– su gran fiesta, y le dijeron, no sin cierta aprensión, hasta el año que viene.