La alcaldesa defiende la gestión durante el corte de agua en Loreto

Un desahogo para los vecinos y una asignatura que el Ayuntamiento había dejado pendiente. Ese ha sido el resultado de la asamblea celebrada en el edificio Ma’arifa para abordar la gestión del corte de agua en el barrio de Loreto. Los trece días sin suministro aún pesan en el ánimo de los afectados, que coincidieron en que esa reunión con la alcaldesa de Cádiz Teófila Martínez y el presidente de Aguas de Cádiz, Ignacio Romaní, llegaba muy tarde. La regidora ha sido la primera en tomar la palabra ante un auditorio casi completo en el que estaban presentes alrededor de 130 personas con distinto grado de enfado. Y sin ahorrar detalles Martínez ha ido enumerando las actuaciones llevadas a cabo desde que el 29 de septiembre se produjera el primer corte a causa del mal olor y la turbidez del agua. La alcaldesa ha insistido en que el único foco detectado es el que se localizó en dos bloques de la calle Hermanos Ortiz de Echagüen en los que había dañada una tubería que ya ha sido sustituida. Y ha querido dar por zanjada la polémica tras argumentar que desde que se renovó no ha habido analíticas que muestren presencia de bacterias. «Ese es el único foco y así lo han señalado los técnicos de Aguas de Cádiz y los de la Junta», ha setenciado.

De la misma forma, ha incidido en que si no se restituyó el suministros antes fue porque hubo que presentar tres muestras que dieran negativo en bacterias porque así lo exigía la Delegación de Salud y que tuvo que pedir la mediación de la propia consejera del ramo para que se agilizara el trámite. Ha sido precisamente ese tira y afloja entre administraciones a cuenta del corte de suministro lo que en su momento indignó a los vecinos que así se lo hicieron saber a la regidora. Sin ánimo de confrontación, Teófila Martínez ha vuelto a pedir disculpas a los afectados y ha dicho entender las cuestiones que fueron planteando, entre ellas el coste de la obra para dividir el barrio por sectores y la sustitución de las tuberías. También la larga espera para retomar el servicio a pesar de que el foco parecía localizado y la atención que se ha dado a los residentes de más edad y con problemas de movilidad, que han considerado deficiente.

Martínez ha defendido cada una de las actuaciones que, según ha explicado, se hicieron siguiendo el criterio de los técnicos y ha aclarado que la costosa inversión que se ha realizado –600.000 euros durante el corte y 1,5 millones en la renovación de tuberías– servirá para dividir el barrio por sectores, lo que permitiría que se redujera el impacto en caso de avería o cualquier cuestión que implicara un corte de suministro.

Sobre la atención en las viviendas, ha recordado que hubo 40 personas encargadas de subir botellas de agua embotellada y procedentes de las cubas a los vecinos mayores o con movilidad reducida, sin embargo ese apoyo no llegó a todos ellos. «Fue el barrio el que ayudó a las personas que no podían», han reprochado varios de los asistentes. La falta de información y la ausencia de los responsables públicos en las asambleas ha sido otro punto caliente y la principal queja de varios vecinos del Patio de la Fuente y el entorno más cercano que se han mostrado más críticos. Todos ellos han portado unas papeletas rojas que fueron levantando durante la intervención de la alcaldesa, a la que han reclamado que les presentaran más informes sobre las analíticas y el foco de infección.