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Una decena de proyectos de Cádiz se aceleran de cara a las municipales

La proximidad de las elecciones municipales de 2015 obliga a cumplir con los compromisos postergados

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A veces los políticos son como niños. No por su inocencia, sino por la costumbre de dejarlo todo para el último momento. Casi todos nos podemos ver reflejados en esos chavales que se pasan el día pensando en las musarañas y, de repente, se acuerdan de que al día siguiente tienen un examen. La noche anterior apenas duermen, se la pasan estudiando. Llegan entonces los atropellos, los nervios, la ansiedad y, por fin, el veredicto del maestro. Aprobado o suspenso, no hay más. Luego hay matices, porque hay alumnos de sobresaliente y otros de suficiente por los pelos, pero lo que cuenta al final es pasar de curso o quedarse en el camino y ver como otros te adelantan. Pues bien, los políticos, de toda España, pero también los gaditanos (y en ellos nos centramos), tienen un examen pasado mañana. Ya se sabe que los tiempos varían según la importancia del examen y el que ellos tienen que afrontar es muy importante. Se juegan el sillón. La fecha marcada en rojo sangre en el calendario es el mes de mayo de 2015, la materia es Cádiz y el temario, sus respectivos programas electorales.

Saben que se les acaba el tiempo y ya se notan los primeros agobios. Está claro que no han sido muy buenos estudiantes en los últimos tres años, porque pocos puntos positivos les ha puesto la ciudadanía. Desde la última cita con las urnas más cercanas en mayo de 2011 apenas se han visto puestas de bandera, inauguraciones, cortes de cintas, fotos sonrientes ni movimientos de ladrillos. Más bien al contrario, los últimos años Cádiz ha estado especialmente parada (y no sólo porque lo diga el SAE). A pesar de las muchas promesas que hicieron los políticos de todos los signos de sacar adelante varios proyectos esenciales para el futuro desarrollo económico y social de la ciudad, pocas se han cumplido. Al menos hasta el momento, porque desde hace unas semanas parece que hay una psicosis por anunciar plazos, por despertar nuevas ilusiones y por reactivar proyectos que no sólo traerán mejores y más modernas infraestructuras, sino que además, y eso parece lo fundamental, pueden generar puestos de trabajo. Es la misma psicosis que las administraciones con poder en la ciudad han tenido en los últimos años por dejarlo todo para el último momento, porque parece que nada es casual: hay que lucirse con la antelación suficiente para que el electorado tenga aún en la retina las fotografías de las caras sonrientes el día que vaya a votar. La crisis ha sido la excusa para los retrasos, pero ya se sabe que los brotes verdes nos pueden cambiar la vida de un día para otro.

Más vale no ir al detalle de los programas electorales, porque encontraríamos casi tantas promesas como suspensos. Pero los políticos cuentan con una gran baza a su favor, y es que la mente del votante es cortoplacista. «Dame pan y dime tonto», que debió decir algún día alguien muy espabilado o muy necio. Por eso, desde ya comienza el largo sprint hasta las elecciones. Poco más de un año que en atletismo es la vida, pero en política es un suspiro.

Los que tienen mayor responsabilidad, por haber sido los que consiguieron el respaldo de la ciudadanía a su programa electoral, son los que gobiernan en San Juan de Dios. El PP prometió que para esta legislatura llevaría a cabo (o al menos comenzaría) proyectos como la construcción de 4.000 nuevas viviendas, la creación de 5.000 empleos con la reforma del polígono exterior de la Zona Franca, la ampliación de la capacidad competitiva del comercio local, la potenciación de las políticas de colaboración con las empresas turísticas, la garantía de las ayudas a todas las familias gaditanas, la puesta en marcha del Plan de Empleo Joven o la creación de más de 11.000 nuevas plazas de aparcamientos subterráneos.

Lo cierto es que el desempleo sigue creciendo, que la vivienda sigue siendo uno de los grandes déficit en la ciudad (sin obviar que fue la Junta de Andalucía la que abandonó el proyecto de construcción del nuevo hospital y con ello la construcción de cientos de viviendas en el que debía ser el solar del actual Puerta del Mar) y que la transformación del recinto exterior de la Zona Franca va tan lenta que apenas se nota.

Las fotos del PP

Pero todo esto puede pasar desapercibido para muchos si en los meses previos a las elecciones se inauguran algunas de esas infraestructuras y equipamientos que deben cambiar la cara a la ciudad. Lo que se llaman golpes de efecto. No hay duda de que el principal as que se guarda el PP bajo la manga es la apertura del segundo puente. Después de innumerables retrasos, los actuales plazos de ejecución sitúan el final de las obras justo en marzo o abril de 2015 (casualidades de la vida). Esa foto, la más esperada de los últimos años en Cádiz, con un presidente del Gobierno y una alcaldesa del Partido Popular al frente de la misma, valdrá muchos puntos para ellos. De momento, el Ministerio de Fomento ya está manos a la obra de cara al inminente inicio de la construcción de la rotonda del entronque del segundo puente con la avenida de Huelva.

El rizo del rizo llegará si la comitiva gubernamental llega montada en la Alta Velocidad, que también debe haber alcanzado a Cádiz para la fecha.

Otra obra que se va a terminar a primeros de año va a ser la de la pérgola de Santa Bárbara. Por sí misma no es una infraestructura imprescindible, pero su finalización va a llevar aparejada la apertura definitiva del gran paseo que lleva años finalizado, sólo a falta de algunos pequeños detalles que también van a quedar finiquitados antes de las elecciones. Y a buen seguro que su ‘reestreno’ llegará acompañado de nuevas ilusiones, como la definitiva reconstrucción del Teatro Pemán o la reactivación del proyecto hotelero del Campo de las Balas, que permitirá además completar el trazado urbano por todo el litoral del casco histórico.

Otro de los proyectos que se deben comenzar en los próximos meses y, por qué no, inaugurarse antes de las elecciones es el esperadísimo Museo del Carnaval. Después de una década mareando la perdiz, el Ayuntamiento ha decidido justo ahora tomar cartas en el asunto y en cuestión de días va a disolver el patronato compuesto por administraciones públicas y entidades privadas que debía haber construido y gestionado la Casa-Museo. Una vez superado ese trámite no tiene más que aprobar el nuevo proyecto, que ya está muy avanzado, y licitar la construcción del edificio en la plaza Guerra Jiménez. En este caso sólo hay que desear que las prisas no sean malas compañeras de viaje y que el diseño y el contenido de esten edificio esté a la altura de las expectativas. De paso, el Ayuntamiento podrá sacarle los colores a la Junta de Andalucía, cuya postura ha sido el principal escollo para poder desarrollar el proyecto en los últimos años. Al menos eso ha venido denunciando de forma reiterada la alcaldesa de Cádiz.

No estará terminada, pero sí iniciada, la avenida transversal y la construcción de las 135 viviendas del solar de la antigua Casa Cuartel de la Guardia Civil. Aparte de los beneficios que traerá consigo esta obra a nivel de movilidad, en la segunda actuación más importante a nivel urbanístico del Ayuntamiento después del soterramiento, hay que destacar que se generará un buen número de puestos de trabajo. Y eso puede ser muy jugoso de cara a levantar el ánimo del electorado.

También, una apuesta personal de la alcaldesa: la puesta en valor definitiva –urbanización del entorno incluida– de los antiguos depósitos de tabaco de Loreto. Si no se estropean los planes llegaremos a mayo de 2015 con algún contenido en este que iba a ser uno de los equipamientos estrella para 2012.

Por último, otra actuación que también tiene muchas papeletas de estar lista en esos meses previos a las municipales es el aparcamiento subterráneo de la carretera de Astilleros. En este caso el Ayuntamiento se ha encontrado con un cómplice inesperado: la Zona Franca. Merced a la sociedad que están a punto de formalizar van a colaborar en la financiación de la obra  (hasta ahora imposible de afrontar por la falta de socios inversores) y la gestión del equipamiento. Y siendo importante, lo fundamental de esta actuación es lo que trae consigo, puesto que con estos trabajos se inicia la necesaria transformación de la carretera industrial en una gran avenida de cuatro carriles, bien iluminada, con edificios administrativos flanqueándola y que acercará a los barrios de Astilleros, la Barriada de la Paz o Guillén Moreno al centro de la ciudad.

IU busca su trozo del pastel

Esta actuación se enmarca dentro de otra más amplia como es la reurbanización de la plaza de Sevilla, otro de los puntos negros en el historial urbano de la ciudad. No llegó a tiempo para 2012, pero ahora es de nuevo una oportunidad para apuntarse un tanto. Una de las administraciones que lo intenta es la Junta de Andalucía, y más concretamente la Consejería de Fomento y Vivienda, controlada por Izquierda Unida, y que va a ser la encargada de sacar adelante una de sus asignaturas pendientes desde hace años: la construcción de la nueva estación intermodal de autobuses. Precisamente se ubicará en uno de los laterales de la carretera de Astilleros. En estos momentos se está resolviendo el concurso para adjudicar la obra, al que se han presentado 24 empresas. Los trabajos de construcción tienen un plazo de ejecución de 10 meses. Hagan sus cuentas y sí, estarán concluidas en el primer trimestre de 2015.

El mismo contrato de la estación intermodal incluye la instalación de las marquesinas para las paradas del tren tranvía, otro de los grandes retos de la Junta no sólo en la ciudad, sino en toda a Bahía, y que también debe estar en marcha, por fin, a últimos de este año o principios de 2015.

Más complicado va a ser que IU, a través de su Consejería de Fomento, se puede apuntar el tanto de la construcción del carril bici. Después de haber llegado con el dinero y buena disposición para llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento el proyecto se ha atascado. Y es que el Consistorio gaditano no se lo va a poner fácil. Cuando parecía que los técnicos de ambas administraciones se habían puesto de acuerdo en el trazado, el equipo de Gobierno se ha descolgado con una nueva propuesta que hay que estudiar. La Junta quería empezar la obra de inmediato porque es justo ahora cuando dispone de los fondos que la Unión Europea le ha concedido para poner en marcha el Plan Andaluz de la Bicicleta. Hay en este caso, por tanto, dos escenarios posibles, que las administraciones implicadas se pongan de acuerdo y compartan la foto, o que el «quítate tú para ponerme yo» deje a la ciudad fuera de este ambicioso programa autonómico.

PSOE, con el listón bajo

Lo que sería una auténtica sorpresa es que el Gobierno andaluz, y especialmente las consejerías que maneja el PSOE, anunciaran la reactivación de los grandes proyectos que hace años que se quedaron en los cajones, como la Ciudad de la Justicia, el nuevo hospital o el albergue juvenil. Son asuntos golosos, susceptibles de ser utilizados como arma electoral, tanto a a su favor como en su contra.

Casi todo lo que se presenta como un reto de cara a los próximos meses se comprometió ya para estar listo antes del que fue, o debió ser, el gran momento del despegue de la ciudad, la celebración del doscientos aniversario de la Constitución de 1812. Para entonces no se llegó a tiempo. La crisis fue la excusa. Esto, no obstante, no significa que no se haya hecho nada en la legislatura. Especialmente el Ayuntamiento trabajó muy duro en los meses previos al Bicentenario, con obras de calado como la reurbanización de la plaza de San Juan de Dios, pero aquello queda ya muy lejos para la mayoría de los ciudadanos, que volverán a mirar las fotos recientes para decidir que cara sonriente maneja sus vidas en los próximos cuatro años.