Sociedad

España es el segundo país europeo que más recorta en sanidad

Los cardiólogos españoles temen que la crisis provoque un repunte de las dolencias cardiovasculares como en Argentina o Grecia

VALENCIA. Actualizado: Guardar
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La crisis económica afecta a todos los niveles de la vida cotidiana de los ciudadanos, incluida la salud. Más irritabilidad o más estrés son dos de las consecuencias que puede provocar, aunque los profesionales sanitarios comienzan a alertar de que la crisis puede ser un factor de riesgo «de primer nivel» para las enfermedades cardiovasculares. Ese es el temor que tiene la Sociedad Española de Cardiología (SEC), que celebra desde ayer y hasta mañana su congreso anual en Valencia. La SEC ha tomado como referencia lo que ha sucedido en otros países que han sufrido o sufren una crisis similar a la que padece España.

El caso más llamativo es el de Grecia, en el que un informe sostiene que los infartos entre enero de 2008 y diciembre de 2012 aumentaron un 40% respecto a los cuatro años anteriores por culpa de la mala situación económica y los recortes realizados por los gobiernos helenos en materia sanitaria. Una situación similar se vivió en Islandia, donde el Landspitali National University Hospital asegura que tras el colapso económico de 2008, las emergencias cardiacas subieron un 26% con respecto a las semanas anteriores al crack financiero.

«Tenemos un Sistema Nacional de Salud (SNS) que debemos proteger. Es de lo mejor que hemos hecho en democracia», afirmó el doctor José Ramón González-Juanatey, presidente electo de la SEC, quien criticó que España sea el segundo país europeo donde más se ha recortado en materia sanitaria desde el comienzo de la crisis. Esto supuso, en 2012, que las administraciones recortaron un 13,65%. «El SNS es el mayor logro social en España», insistió González-Juanatey, que tomará posesión de la presidencia durante el congreso. Para el cardiólogo gallego es fundamental mantener la calidad de los hospitales públicos para que no ocurra lo mismo que en Grecia o en Argentina, donde un informe médico unía entre 1995 y 2005 el ascenso del PIB con una baja mortalidad y a la inversa.