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Y ahora les toca a ellos

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Este viernes al fin el Gobierno daba forma a ese proyecto de adelgazamiento de las administraciones públicas y en los despachos de ayuntamientos, delegaciones provinciales, diputaciones y mancomunidades se miran unos a otros. ¿A quién le tocará perder el sillón? Antes de leerse los 300 folios del informe de la reforma ya han salido varias comunidades diciendo que ven difícil su completa aplicación. Hay que eliminar duplicidades, agilizar servicios y reducir burocracia. Sobre el papel qué bien suena, pero a la hora de ponerlo en práctica nadie quiere dejar libre la silla.

Que pienso yo, que si resultó tan fácil elaborar dos reformas laborales que afectan a centenares de trabajadores en menos de tres años y recortar una y otra vez el salario a funcionarios y empleados públicos, no debe resultar tan complicado eliminar la duplicidad de competencias, más aún cuando nos referimos a administraciones paralelas que financiamos con el dinero de todos.

Sólo la Junta tiene 36 observatorios con un variado colorido: que miden desde la calidad de la formación hasta la calidad de vida de los andaluces. Al parecer todos necesarios. Nuestros ayuntamientos también acumulan empresas y sociedades públicas que se llevan un generoso pico de los presupuestos y lo más sangrante es que en la mayoría de los casos sólo sirven para colocar a candidatos que no ganan elecciones, militantes a los que el partido tiene que pagar favores o hijos y sobrinos de tal o cual gerifalte al que hay que buscarle hueco.

Así seguimos acumulando ventanillas, mareando al ciudadano y, lo que es peor, retrasando proyectos sociales o empresariales que ofrecen calidad de vida vía servicio o creación de puestos de trabajo. Habrá que ver cuántas delegaciones y oficinas se simplifican y cuántas se reinventan para que todos conserven su lugar, porque cuando se trata de tocar al sistema público, siempre se empieza por el mismo sitio: los trabajadores vía salario o amortización de plazas y la devaluación de servicios que se presta al ciudadano.