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El Ayuntamiento de Cádiz entierra el cementerio de San José

El proceso de eliminación del camposanto arrancó hace 23 años, cuando se cerró la llegada de restos al recinto

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Es uno de los proyectos más antiguos de la administración municipal. La eliminación del Cementerio de San José para construir en su lugar un parque junto al mar, con instalaciones culturales, lúdicas y de ocio, arrancó hace 23 años. Así lo recordó esta mañana Teófila Martínez. Fue en 1992, con Carlos Díaz Medina como alcalde, cuando se dio el primer paso con la prohibición de enterramientos. Desde ese año, los restos de los gaditanos van al Cementerio Mancomunado de Chiclana.

En ese proceso, dos décadas largas, se han producido cambios legales (el más importante en 2001) y anuncios diversos de clausura definitiva. Parecía que no iba a llegar nunca pero a todos llega la hora del adiós, hasta a los cementerios. La alcaldesa ha anunciado que el próximo pleno municipal aprobará un último plazo de tres meses para que familiares de los finados allí enterrados puedan solicitar exhumaciones, traslados de restos y otras gestiones. Una vez terminado ese tiempo, alrededor de septiembre, la administración municipal las atenderá y, una vez resueltas las que sean aceptadas por un equipo dirigido por varios concejales y técnicos, empezará el derribo definitivo del cementerio.

Teófila Martínez ha destacado que la decisión ha venido impulsada por la asociación SOS Bebés Robados. Ante la solicitud de varios de sus miembros de realizar exhumaciones para averiguar si las tumbas de sus hijos están realmente ocupada por restos infantiles, el Ayuntamiento ha decidido abrir el proceso a todos los ciudadanos que quieran realizar acciones similares (sean de este colectivo, de la Asociación de Memoria Histórica o a título particular) para agilizar el final del camposanto y, además, colaborar con sus deseos familiares. La propia alcaldesa admite que la vía judicial es muy compleja en estos casos y este camino administrativo, el de clausurar definitivamente el recinto, puede agilizar las actuaciones particulares que cada familia (ya sea en casos de presuntos niños robados, de fusilamientos de la Guerra Civil o en cualquier otro) quiera realizar.

El Ayuntamiento puso mucho énfasis en la sensibilidad con la que tratará un asunto tan delicado: "No hay prisa. Es una gestión que afecta a los mayores sentimientos de muchas personas. Han pasado 23 años y ahora no vamos a ir corriendo. Haremos un especial esfuerzo en tratar cada caso, cada reclamación, con la máxima delicadeza. En los trabajos se garantizará la máxima privacidad y cuando se produzca el derribo, los límites de cada cuartelada de nichos quedarán marcados en el suelo por si hubiera la necesidad de hacer gestiones futuras", detalló Teófila Martínez. Los bloques de tumbas, por tanto, conservarán un rastro de su localización, fácilmente identificable, para posibles búsquedas futuras.

El gobierno municipal admite que las familias interesadas en trasladar o investigar restos de personas enterradas en San José han tenido "un margen prudencial" durante 23 años para hacer las gestiones que desearan pero ante la posibilidad de que hayan surgido nuevas, como el caso de bebés robados u otros, se conceden tres meses más. Será la última prórroga antes del último suspiro del cementerio que guarda la memoria de generaciones de gaditanos, nada menos que todos los fallecidos entre los años 30 y los 90 del pasado siglo.