Cádiz

La crisis se instala en el subsuelo de Cádiz

La disminución de usuarios en los aparcamientos públicos lleva a Emasa a plantear medidas drásticas de ahorro

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No corren buenos tiempos para el negocio de los aparcamientos en Cádiz. Es un hecho constatable. La demanda de plazas de aparcamiento de pago ha descendido notablemente en los últimos meses. La crisis ha llevado a muchos conductores a dar «la última vuelta» antes de decidirse a entrar en un ‘parking’ público con la intención de ahorrarse unos euros. Es una circunstancia que afecta a los propietarios de aparcamientos subterráneos y en superficie privados y también al principal promotor y gestor de este tipo de instalaciones en la ciudad de Cádiz, que no es otro que el Ayuntamiento, a través de la empresa pública de aparcamientos, Emasa.

Ya en el análisis de la situación de los aparcamiento municipales que Emasa anexaba al Plan de Ajuste del Consistorio gaditano el pasado año se hacía una radiografía del sector poco optimista, con una bajada de los ingresos generalizada y previsiones de entrar en pérdidas. Hay que recordar que los aparcamiento de que dispone Emasa en la ciudad son los del Campo del Sur, la Glorieta Ingeniero La Cierva y el Polideportivo de Cortadura. A estos hay que sumar el aparcamiento en superficie de la Cuesta de las Calesas y la mitad del de Santa Bárbara, cuya propiedad comparte al 50% con la empresa Isolux Corsán.

Para revertir la situación deficitaria de los aparcamientos municipales ya el equipo de Gobierno, dentro de ese Plan de Ajuste de los gastos, aprobó una subida de las tarifas y empezaba a esbozar algunas medidas más drásticas. Según el estudio realizado por los técnicos de Emasa, «una vez tomadas las medidas correctoras, para aquellos centros que sigan dando resultado negativo se propondría el cierre de los mismos o su privatización».

Una de las acciones concretas que se contemplan es la venta de la participación municipal en el aparcamiento de Santa Bárbara, el de mayor capacidad de la ciudad y que fue inaugurado hace tan sólo dos años. Esta opción estaba contemplada a partir de 2014 según las previsiones iniciales del Ayuntamiento de Cádiz, pero, como confirma el presidente de Emasa y primer teniente de alcaldesa del Consistorio, José Blas Fernández, la mala situación económica de los aparcamientos, que ni siquiera han conseguido aumentar sus ingresos con la subida de precios aprobada en 2012, obliga a adelantar esta operación.

En este sentido, José Blas Fernández asegura que ya se está negociando la venta del 50% del aparcamiento de Santa Bárbara que corresponde al Ayuntamiento. Explica el presidente de Emasa que «primero le hemos dado la opción de hacerse con la mitad de las acciones a nuestro socio en la empresa Emiso Cádiz –que es Isolux Corsán–, que es lo que venía recogido en los estatutos de la sociedad». En caso de que Isolux no esté dispuesta a hacerse con el control total del aparcamiento subterráneo, algo que se antoja complicado teniendo en cuenta la situación actual del sector, Emasa pasaría a ofrecer su 50% de participación en el negocio a otras empresas.

A todas vistas, la respuesta ciudadana ante este nuevo equipamiento no ha sido la esperada. El Ayuntamiento ha intentado por todos los medios fomentar su utilización mediante convenios ventajosos con distintos colectivos, como los vecinos de la zona del Mentidero y con estudiantes y personal de la Universidad de Cádiz. No obstante, las tarifas, superiores a las de otros aparcamientos cercanos, ha disuadido a muchos usuarios de usar el equipamiento. De hecho, prácticamente desde su puesta en funcionamiento, ha tenido una de sus plantas cerradas al uso público.

Con la venta o enajenación del accionariado de esta empresa participado junto a Isolux Corsán, Emasa espera obtener unos ingresos de 4,5 millones de euros, que vendrían a aliviar de forma notable las arcas de la empresa pública.

Por el momento, es la única venta que tiene clara el equipo de Gobierno, aunque, como se especificaba en el Plan de Ajuste Municipal, no hay que descartar que en el futuro se produzcan las de otros aparcamientos subterráneos que en estos momentos arrojan resultados deficitarios. De hecho, el único con superávit –que cada año es menor– es el del Campo del Sur.

El principal objetivo de Emasa, según comenta su presidente, es poder mantener la plantilla al completo. De momento se ha conseguido reajustando los servicios, a la vez que frenar la caída de los ingresos.

Nuevos proyectos

Otra cuestión que se podría acometer en caso de disponer de fondos suficientes es la construcción de nuevos aparcamientos subterráneos que están proyectados desde hace tiempo y que, por unos u otros motivos, no se han podido ejecutar. Uno de ellos, el principal, es el que se contempla dentro del plan Plaza de Sevilla. En el mismo se prevé la construcción de una gran aparcamiento subterráneo en dos fases. La primera se corresponde con la construcción de la parte del ‘parking’ que iría desde la rotonda de entrada de la factoría de Navantia en la ciudad, hasta la propia Plaza de Sevilla. La segunda, es la que implica la construcción del subterráneo bajo la plaza propiamente dicha. El Ayuntamiento lleva años negociando con empresas del sector que puedan estar interesadas en invertir en este proyecto de forma conjunta, con un sistema similar al que sirvió para construir Santa Bárbara.

Otro proyecto, ya más lejano, es el de la construcción de otro aparcamiento bajo el Paseo Pascual Pery, en la Punta de San Felipe.