Pedrito García, el propietario, entregará la llave de forma voluntaria el día 21. | L. R.
orden inminente

El chiringuito ‘La Calita’, de El Puerto, será derribado

La Autoridad Portuaria expone que el negocio que regenta Pedrito García desde hace dieciocho años, junto al Aculadero, invade el dominio público

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El popular chiringuito ‘La Calita’, de la playa del Aculadero, será derribado en una fecha aún por determinar. Por lo pronto, el próximo 21 de enero, su propietario, Pedro García, tiene previsto entregar la llave a la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, que tiene a su favor una autorización judicial para entrar en el inmueble. Éste ocupa, según la AP, parte de Puerto Sherry y parte de dominio público marítimo y su construcción fue irregular, ya que no contó con los permisos pertinentes.

Algo que niega Pedrito García. Muy conocido en El Puerto por su vinculación al Carnaval, el pequeño empresario, que montó el chiringuito en 1995, argumenta que desde entonces, ha contado con el beneplácito de la AP, que tras la quiebra de Puerto Sherry y su secuestro administrativo, lo alentó a continuar con el negocio y lo emplazó a que cuando entrase una nueva empresa en el complejo náutico y de ocio, se regularizaría definitivamente su situación y se le tramitarían los permisos de luz y agua. Pedrito García aguantó los años de inactividad de Puerto Sherry en su negocio, pero poco después del retorno de Marina, desde esta empresa le anunciaron que tenía que marcharse.

Puerto Sherry no se pronuncia

García, ante la sospecha de que la APpretendía conceder el permiso de explotar el espacio a Marina, inició entonces un periplo judicial para demostrar que su presencia en El Aculadero se sustentaba en un pacto con la administración, y en su compromiso de darle la concesión a él. Mientras que desde la dirección de Marina del Puerto nadie, de momento, se ha querido pronunciar, el presidente de la Autoridad Portuaria, Rafael Barra, ha explicado que la orden de desahucio, que tiene de plazo hasta finales de febrero, se debe a la ilegalidad de la construcción, que tendrá que ser demolida. «El empresario ha hecho obras de ampliación hasta invadir el dominio público. Y por eso iniciamos el procedimiento judicial, que se ha dilatado más de la cuenta porque él ha recurrido».

Barra recordó que cuando en la década de los setenta, Marina obtuvo la concesión de Puerto Sherry, arrendó distintas unidades de explotación, como la marina seca o distintos bares y la franja que linda con la playa. La demolición tendrá que ser sufragada por el empresario que, según Barra, tendría dos opciones para retomar su negocio. «Hablar con Marina para que le permita instalar un negocio como arrendatario sobre el suelo que pertenece a su concesión. O, por otro lado, fuera de ese espacio, pedir permiso a Costas para la instalación de un chiringuito en dominio público como los que hay en otras playas». El presidente de la AP aclaró que Marina también puede aspirar a la instalación de un bar en este terreno.