doctor iuris

Carnaval acuchillado

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Manuel Sánchez Alba, ‘El Noly’, es el personaje número 157 de la página gentedecadiz.com, una célebre web de bella factura, bien documentada, plena de fotografías de época y con un halo de nostalgia tal que uno sueña con estar incluido en su repertorio de caretos gaditanos. Dice la página que es considerado uno de los mejores y más importantes autores musicales del carnaval contemporáneo y que sus pasodobles causan una gran expectación, año tras año. Su principal fuerza, comenta El Noly, es la inspiración. De ello dan fe numerosísimos seguidores de su arte, que aguardan los sorprendentes sones que afloran en su cabeza de cabellos negros y revueltos, cada febrero.

Pero no podemos evitar pensar en cuántos genios artistas han tenido, por el contrario, un envés oscuro y complicado. Músicos que eran maravillosos creadores y que como personas dejaban mucho que desear. Recordamos a Jim Morrison, extasiado por las drogas; a Kurt Cobain agrediendo espectadores en su conciertos; los hermanos Gallagher, de Oasis, pegándose en el escenario; Janis Joplin, la ninfómana, Elvis Presley, el excéntrico, Michael Jackson, desteñido y acusado de pederastia. Y tantos otros y otros y otros. Eran o son seguidos por millones de fans, que conocen sus canciones, melodías y pasodobles de memoria, y que exigen una conducta ejemplar a sus ídolos. Cuando ésta falta, les pueden perdonar. O quizás no, como al famoso presentador de la BBC inglesa que, tras su fallecimiento, se ha descubierto que acosaba sexualmente a sus compañeras de trabajo y que, además, al parecer, era pedófilo, siendo todo ello ocultado por la cadena televisiva durante décadas, en un claro ejercicio de mala conciencia, por mucho que ahora diga en que, ese tiempo y contexto, podía entenderse ‘normal’.

No conozco en persona al Noly. Leí la noticia de su condena de conformidad en un juicio rápido por amenazar con un arma al periodista Carlos Ordóñez y me picó la curiosidad. A mí y a los casi doscientos lectores que habían compartido el enlace del texto de A. M. de la Vega en sus redes sociales. La lectura dice con lo que no se dice, cuenta lo que no se ha contado. Desconozco el trasunto de la discusión que ha provocado la condena del autor carnavalesco, la orden de alejamiento, si hubo disculpa y arrepentimiento sincero. Ignoro si hubo atenuantes. No sé si el Noly saldrá en una agrupación el 13 de enero, cuando comience el COAC.; si lo hará con la comparsa de Quiñones, o la de Sevilla, o si se quedará en su casa. Igual que tampoco sé si pasará a cuartos, semifinales o a la final. Pero sí afirmo dos cosas: La primera. Que el ejemplo dado a la fiesta del Carnaval y toda su fanfarria ha sido pernicioso (aunque para castigar y reprender al Noly ya estuvo la Justicia). Y la segunda. Que ya sabemos qué cantarán muchas de las letras de muchas de las chirigotas del Carnaval de Cádiz 2013, también llamado el carnaval acuchillado.