Detenidos dos agentes del SVA por altercados en un bar de Cortadura

Un largo día de trabajo suele acabar en el bar. Una tradición de lo más ibérica, pero que si se sale de madre, puede acarrear consecuencias muy imprevisibles. Tanto como las que vivieron en primera persona dos agentes del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) que fueron detenidos el pasado sábado por la noche en un bar de Cortadura, donde la alegría tomó unos derroteros descarriados.

Sobre las once de la noche se recibía una llamada en la Comisaría provincial procedente de un bar de copas de la calle Sirenas. Los responsables del local pedían ayuda porque dos clientes estaban protagonizando altercados y no atendían a razones. Una estampa habitual de los fines de semana, cuando las copas elevan en exceso los ánimos. Sin embargo, lo que no es tan frecuente es que la patrulla que acudió al aviso descubriera que los dos clientes que estaban dando la lata eran dos funcionarios del SVA. Testigos presenciales afirmaron a este medio que al menos uno de los dos vestía prendas propias del uniforme de trabajo, como una camiseta que identifica perfectamente el departamento al que pertenece quien la lleva. Las mismas fuentes señalaron que no vieron armas ninguna y sí la funda de uno de ellos vacías.

Al llegar los agentes de la Policía al local para calmar los ánimos y mediar en el conflicto, la situación empeoró aún más, ya que los funcionarios no depusieron su actitud y llegaron a recriminar a los policías que hubieran intervenido, según confirmaron a este medio las mismas fuentes consultadas. Ante el cariz que estaban tomando los acontecimientos, los policías procedieron al arresto y traslado a los calabozos de la Comisaría Provincial de los dos implicados en los altercados.

Ya en dependencias policiales se dio una curiosa paradoja. En los calabozos se encontraban también los detenidos en una operación antidroga en donde habían participado los dos funcionarios por la mañana. Al parecer, los agentes del SVA formaron parte del dispositivo que se había montado en el río Guadalete para dar caza a una embarcación que transportaba droga. La intervención no estuvo exenta de peligros, ya que un compañero de los dos detenidos resultó herido al embestir los narcos su vehículo con la furgoneta que habían cargado con los fardos. Finalmente cuatro traficantes pudieron ser detenidos y el agente herido solo sufrió lesiones de carácter leve, aunque fue enviado al hospital.

Los dos funcionarios, tras pasar unas horas en los calabozos, quedaron en libertad.