Seis meses de espera

Seis meses. Nada más y nada menos que seis largos meses ha tardado el Xerez Club Deportivo en encadenar dos victorias consecutivas. Demasiado tiempo para un equipo fabricado para estar en la mitad alta de la clasificación y que ha logrado el doblete con casi medio año de retraso. Y es que allá por el mes de septiembre, los azulinos tenían en sus manos iniciar la Liga con dos eslabones de éxito que al fin se trenzaron. Tras una trabajada victoria –precisamente en Alcorcón–, los hombres que por entonces entrenaba Merino recibían a un bisoño Guadalajara. Pero cuando todo parecía preparador para que los xerecistas arrancaran la temporada cumpliendo las expectativas, se produjo la primera victoria de la historia del Guadalajara en Segunda. ¿Quién sabe qué hubiera ocurrido de haberse producido? Nunca se sabrá, pero lo que sí se podrá comprobar en los próximos meses es la repercusión que tendrán las dos victorias consecutivas ante el Alcoyano y el Alcorcón. Por lo pronto, inyecta una tremenda dosis de tranquilidad, aunque todavía queda mucho por hacer, pues la distancia con los puestos de descenso aún es de siete puntos.

Vicente Moreno salió de inicio con el mismo once que logró vencer en Guadalajara pues entendía que no había que tocar lo que había funcionado justo una semana antes. La cuestión es que la situación había cambiado. Independientemente de que el Alcorcón sea mejor o peor rival que el Guadalajara o que tengan un estilo de juego distante, la principal diferencia radicaba en la condición de local de un Xerez Deportivo al que el contrincante le dejó la responsabilidad de crear, generar y llevar la iniciativa de juego. Los azulinos se encontraron muy cómodos ante el Guadalajara sin esa presión, pero sin un hombre en el centro del campo con personalidad, valentía y calidad para tirar del carro, los xerecistas fueron un equipo previsible durante la primera parte. Se echó en falta la intensidad de tardes como la de Cartagena o Hércules, por lo que sin la calidad ni la velocidad, las ideas brillaron por su ausencia. Lo que antes era un vicio, ayer se convirtió en una carencia y el Xerez nunca logró triangular por dentro en los primeros 45’. Casi siempre intentaba que la jugada naciera desde los laterales. Por el carril derecho se encontraron algunos huecos gracias al buen hacer de Cámara y Redondo, pero por la izquierda el grifo siempre se cerraba cuando la bola llegaba a Capdevila. Ni pases ni regates. Al maño no le salió nada.

A pesar de los pesares, el Alcorcón se limitaba a mantener el orden y también jugaba andando, sin ritmo. Por eso el Xerez se pudo ir, como mínimo, con una ventaja de dos goles al descanso. Los madrileños solo pusieron en relativo peligro la puerta que defendía Doblas en un par de ocasiones. Primero, nada más comenzar, con una vaselina que se marchó alto; y segundo, con un buen tiro de Gato desde la frontal al que respondió bien Toni. En cambio, pese al timorato juego azulino –como diría aquel–, el Deportivo gozó de cuatro oportunidades de adelantarse en el marcador. La más clara, una mano a mano de José Mari tras un buen pase de Cordero, pero al ariete sevillano le volvió a fallar la puntería. El ‘23’ del Xerez tuvo otra en el área chica tras una jugada de Redondo pegada a la línea de cal, pero nada. Sí que se mostró muy preciso Lombán con un buen libre directo que Maestro sacó de la escuadra. Y justo antes del intermedio, Pablo Redondo, bastante activo, tuvo la última tras una embarullada carambola, pero Carrión sacó bajo palos el forzado lanzamiento del valenciano.

En la segunda parte, con la entrada en el terreno de juego de Capi, cambió la dinámica. Todo lo que antes iba por fuera ahora iba por dentro. El juego del Xerez se recondució, tomó otro camino y, aunque le costaba tener profundidad, sí logró meter al Alcorcón en su propia área.

José Mari dio un aviso serio, tras un buen pase en profundidad cruzado de Redondo. El sevillano trató de picarla suavemente, pero la fortuna se alió otra vez con Maestro, que evitó el tanto cinco minutos antes de que al fin José Mari acabara con su sequía goleadora. Gran pase de Vélez que dejó otra vez mano a mano a José Mari con Maestro. Pero esta vez, con tiempo y espacio, se impuso la tranquilidad del delantero, que definió, adelantó al Xerez y celebró con rabia el tanto del triunfo.

El gol dejó tan encarrilado el encuentro, que el Alcorcón ni tan siquiera a la desesperada puso en peligro una victoria que llega con seis meses de retraso, pero con tiempo de sobra para que el Xerez no pase grandes apuros.

Xerez: Doblas, Mendoza, Lombán, Cordero, Vélez, Rafa García (Tato, m.71), Pablo Redondo, Capdevila (Capi, m.54), Raúl Cámara, Robusté, José Mari (Bruno Herrero, m.78).

Alcoyano: Maestro, Carrión, Devesa, Gato (Paco Esteban, m.77), Fran Miranda, Diego Jiménez (Choco Lozano, m.69), Guille Roldán (Cañadas, m.61), David Torres, Fernando Martín, Miki y Aloisio.

Gol: 1-0, M.72: José Mari.

Árbitro: Sureda Cuenca (Comité Balear). Amonestó a los locales José Mari, Rafa García, Cordero y Bruno, y a los visitantes Fran Miranda, Devesa y Carrión.

Incidencias: Encuentro de la vigésimo quinta jornada de liga en Segunda, celebrado en Chapín ante 6.908 espectadores.