Las compras pasan su examen

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Si hay algo con lo que sueñan lo comerciantes y los anunciantes es con poder tener toda la información acerca del consumidor. Qué quiere, cómo lo quiere, cuánto está dispuesto a gastarse y hasta dónde llegará si un producto resulta defectuoso. Todavía, por suerte o por desgracia, no existe una fórmula exacta para describir las apetencias de cada momento del consumidor, pero puede hacerse una aproximación con los estudios sociológicos que realizan las distintas administraciones. Uno de los más fiables referidos a los consumidores andaluces es el que elabora anualmente el Instituto de Estudios Sociales avanzados (Iesa). El último publicado, elaborado en 2011, descubre una evolución en los consumidores. La crisis los ha vuelto más cautos y desconfiados, pero les ha movido a informarse más sobre sus derechos y a consumir de una manera más racional.

¿Qué es consumo?

El estudio muestra, en una de sus primeras páginas, qué palabras asocian los andaluces al concepto ‘consumo’. Y la palabra más asociada es «necesidad», con un 80,9% de los encuestados. Un 49,5% marca el término ‘bienestar’ cuando se le pregunta por consumo. Es curioso que términos como ‘despilfarro’ (15%) o ‘endeudamiento’ (11%), ya no se asocian tanto a consumir, cuando en años anteriores ambos términos frisaban el 25%. En este aspecto, hay que destacar que entre los jóvenes y los ciudadanos con licenciaturas universitarias, el ocio tiene una fuerte relación con el consumo. De hecho, el 21% de los jóvenes asocia ‘consumo’ a ‘ocio’, un porcentaje que asciende al 24,6% entre los licenciados universitarios (frente al 7,3% que andaluces sin estudios que une ambos términos).

¿Qué da más problemas?

A la hora de preguntarle a los andaluces qué compras les habían traído más problemas, la mayor parte contestó que la telefonía fija y móvil (60,1%), seguido de los bancos y seguros (44,7%), y la electricidad y el gas (28,9%), unas quejas que se repitieron en años anteriores. En cuanto a los productos que ofrecen más garantías, este barómetro señala que el producto que genera más confianza son las marcas blancas, seguidos de los productos con denominación de origen y, en tercer puesto, los productos ecológicos. Según el estudio, mejora la satisfacción con los servicios esenciales y aumenta la confianza en los productos alimenticios.

¿Por qué compran?

Según las respuestas que han dado los andaluces, el principal motivo de compra es el precio del producto o del servicio que presta el establecimiento. En un 58,8% señala que le influye mucho y un 32,7% afirma que le influye bastante. Le sigue en cuanto a influencia el conocimiento obtenido en compras anteriores (el 34% afirma que le influye mucho, y el 53,1% que le influye bastante). El informe recoge también que los andaluces reseñan los efectos sobre la salud como un factor decisivo en su compra (53,9%).

Como nota curiosa, el 57,5% afirma que presta mucha atención a la hora de comprar a las recomendaciones de familiares; por contra, un 62,9% de la población afirma que la publicidad le influye poco o nada a la hora de realizar sus compras. El informe señala asimismo que las mujeres prestan más atención a los ingredientes y compuestos que los hombres, así como a sus efectos sobre la salud y el medio ambiente. Los jóvenes de entre 18 y 29 años reconocen estar más influidos por la publicidad que los grupos de más edad (es proporcional, a más edad, menos influye la publicidad).

¿Dónde compran?

Por último, en el estudio también se recoge el lugar en el que compran más los andaluces. Tres de cada cuatro (el 74,8%) acuden habitualmente a los supermercados del barrio para realizar sus compras. El 54,4% también señala que acude a grandes superficies, un porcentaje similar (55,4%) a tiendas. Sin embargo, las diferencias afloran cuando se comprueba qué porcentaje lo señala como primera opción (36,4% grandes superficies y 12%, tiendas). El estudio descubre que las mujeres recurren algo más a los supermercados de barrio que los hombres (78% frente a un 71,5%). En el mismo sentido, la compra en grandes superficies disminuye significativamente con la edad. Un 65% de los menores de 45 años acude a ellas, por un 33,9% de los mayores de 60 años. Este último colectivo se muestra principalmente partidario de comprar en las tiendas de barrio (66,4%).