Poca renta en Murcia

El Xerez es incapaz de lograr los tres puntos ante el cuadro pimentonero y suma un empate tras un partido muy irregular

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Será cuestión de ver el vaso medio lleno o medio vacío. Si está medio lleno, es de agradecer que el Xerez no encajara gol ayer en Murcia, que no perdiera, que puntuara, que repitiera el trivote de los ‘jugones’ y que el equipo encarrile varios encuentros sin caer derrotado (en este caso, dos encuentros). Si lo vemos medio vacío, es lógico pensar que la afición del Xerez viera ayer que con poco el equipo azulino podría haberse llevado la victoria, que pareciera timorato ante un Murcia con pocas ideas, que vio rápido que el empate era bueno, y satisfecho con el punto.

Quería Juan Merino prolongar el buen hacer del equipo azulino ante el Girona y ni cinco días después el linense daba el primer paso que no era otro que repetir equipo. El entrenador del Xerez ya avisaba en rueda de prensa que el sistema empleado en la extraña jornada de lunes noche iba a volver a salir a escena en terreno murciano, aunque en esta ocasión, y por primera vez en lo que llevamos de temporada, el de La Línea empleaba a los mismos jugadores de inicio. Oda al trivote y a los ‘jugones’, que parecen haberse convertido en los responsables de la mejoría de los ayer más azulinos que nunca.

El equipo combina mejor, no hay dudas, canaliza y da más juego a los futbolistas de ataque, pero no oculta algunas carencias que Merino quiere solucionar cuanto antes. No se había cumplido el minuto 5 de juego cuando el cuadro murciano, muy metido en el partido desde su inicio, aprovecha un despiste de la zaga visitante para meter el primer susto. Una jugada de estrategia que acaba con Pedro lanzando en solitario desde media distancia, aunque afortunadamente su disparo se marchaba alto. Eso sí, respuesta inmediata por parte de los de Merino. Con solo tres toques de balón Israel lanza desde fuera del área y Alberto despeja como buenamente puede. Toma y daca ante un recién ascendido que prometía guerra ante los suyos y que impedía que el Xerez pudiera repetir la primera parte del lunes.

Dominio intermitente, juego interrumpido y respeto, mucho respeto sobre el prado. Los jugones del Deportivo eran los que querían el balón, aunque las jugadas morían en la banda. Tanto Cámara como Mendoza comenzaron timoratos, como suele decir Merino, y Redondo e Israel no terminaban de conectar con José Mari. Ese no era el camino y algunos hacían la guerra por su cuenta. A eso habría que sumar un par de factores más. Primero, las imprecisiones del equipo una vez que se cruzaba la línea del centro del campo. Segundo, las faltas. El equipo es de los más tarjeteros de la categoría y sumar once faltas en menos de media hora no ayuda demasiado a bajar tal porcentaje.

Ironías del destino, la primera amonestación del encuentro fue para José Mari, que simuló falta dentro del área. Era el síntoma de un Xerez que quería, pero no podía. El balón a veces lo tenía en su poder y a veces parecía quemar en las botas de un equipo que tampoco es que pasara apuros precisamente en defensa, pero que veía cómo pasaban los minutos hasta el descanso sin apenas hincar el diente al portero rival. Pólvora mojada que llevó al partido a una segunda mitad diferente.

Diferente la segunda mitad, al menos en su comienzo. En menos de cinco minutos los azulinos remataron a puerta más que en la primera mitad. Para empezar, un testarazo de Robusté que solo ante Alberto es incapaz de llevar a gol un buen centro a balón parado de Capi. Para continuar el arranque frenético, José Mari buscaba su gol con lo lanzamiento escorado que tiene que atajar el meta rival en dos tiempos. Buen inicio del equipo de Merino ante un Murcia que también quería los tres puntos, pero que obviamente buscaba el fallo azulino para crear peligro, olvidándose ya del esférico. Pero casi lo consigue el ‘Ruso’ García. Pérdida de balón en zona peligrosa y el uruguayo que se planta en el área azulina, aunque un pletórico Robusté evita que el delantero se plantara ante Doblas. Pero como siempre, acción-reacción del Xerez. Contraataque magnífico del trivote que acaba con una gran asistencia de Campano a José Mari, que es incapaz de lanzar con comodidad al controlar mal.

Una muy buena opción que alertó a Iñaki Alonso y por ende a sus jugadores, quienes sumaron una marcha más al ritmo de partido. Eso metió al Xerez aún más en su campo, lo que provocó el alud de ocasiones del Murcia. En el minuto 70, Chando se planta solo ante Doblas y de vaselina intenta superar al portero sevillano, quien responde sacando la mano a lo justo para evitar el gol. El partido había llegado a ese nivel anárquico que encanta a la grada, pero enfada a los entrenadores, sobre todo si el físico empieza a fallar y no se llegan a los balones. El Xerez intentó tirar de calidad, peor no fue suficiente. Capi gambiteaba dentro del área, aunque su centro fue interceptado por el meta Alberto, dejando en nada una de las últimas opciones visitantes por hacerse con los puntos. La idea de lograr la segunda victoria consecutiva por primera vez esta temporada se difuminaba entre las caras de unos jugadores conscientes de que la de ayer fue la ocasión de oro para volver a soñar con los ‘play off’, que sigue siendo eso, un sueño.