La hermandad jerezana afronta el último tramo antes de llegar a Jerez | JAVIER FERGO
rocío 2011 | jerez

La hermandad de Jerez llega a la ciudad tras un sofocante camino de vuelta desde el Rocío

La corporación que preside Felipe Morenés regresa, de manera incomprensible, sin sacerdote y es el propio hermano mayor quien dirige las meditaciones y reflexiones

Jerez Actualizado: Guardar
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Es junio, y se esperaba un calor sofocante en el Rocío. Y sin embargo, la primera semana de camino resultó de lo más placentera, con temperaturas que apenas llegaban a los 25 grados y con viento de poniente, llegando incluso en la jornada del viernes a chispear levemente cuando el simpecado descansaba en la laguna del Sopetón. Fue llegar a la Aldea y los termómetros se dispararon cinco grados más, con lo que el calor fue el esperado para las fechas en las que estábamos, convirtiendo la estancia en la Aldea en algunos momentos en un sufrimiento constante. Pero sin embargo, pocos podían imaginar que el camino de vuelta iba a estar envuelto en temperaturas ya absolutamente veraniegas, que han dificultado, y de qué manera, el transitar de la hermandad de Jerez por las arenas del Rocío. Será por eso, por la prisa por llegar, o por la querencia de las bestias, o por las ganas de llegar lo antes posible a Marismillas, que la hermandad de Jerez ha cumplido rigurosamente los horarios, e incluso se ha permitido el lujo de rezar el Ángelus donde acostumbraba, olvidando Carboneras como escenario del único acto litúrgico diario, junto con el rosario, de la hermandad en este camino de vuelta. La corporación que preside Felipe Morenés realiza la vuelta, de manera incomprensible, sin dirección espiritual, y es el propio hermano mayor quien dirige las meditaciones y reflexiones ante la ausencia de un sacerdote. Enquistada en Roma la denuncia del padre Alexis, es urgente para la próxima junta de gobierno conseguir, ya sea diocesano o dominico, un sacerdote que ayude, acompañe y dirija a los peregrinos por las arenas de Doñana, para que situaciones como la de este año no se vuelvan a repetir.

La hermandad ha cumplido con todos los horarios, y anoche descansó en Marismillas, emblemático paraje del coto para la hermandad jerezano. Ahí son las noches más especiales y largas de los rocieros, que notan ya la cercanía de Jerez. No en vano, la jornada de hoy ha significado el adiós, muy temprano, al Coto de Doñana, ya que la hermandad ha embarcado en Bajo Guía y ha puesto rumbo a Ventosillas, donde ha llegado el simpecado a la hora del almuerzo

Camino de asfalto

Una vez que la corporación abandonó la playa de Sanlúcar, ha llegado sin duda la parte menos agradecida para los rocieros, y especialmente para los que hacen el camino a pie, ya que son unos veinte kilómetros los que han tenido que recorrer, con temperaturas cercanas a los cuarenta grados, por el asfalto de la carretera del Calvario, llevándoles directamente a enclaves como la finca el Barroso, donde se reza el Ángelus a la ida, el Sanatorio San Juan Grande, la Basílica de la Merced o las calles Anchas o Porvera, donde la hermandad de Jerez despliega todo su potencial para hacer su entrada en Santo Domingo luciendo sus mejores galas.

La llegada al templo dominico está prevista sobre las nueve y media de la noche. Será el momento de bajar el telón a una romería que ha significado el adiós de la junta de gobierno presidida por Felipe Morenés. Se abre ahora por tanto un período de incertidumbre que terminará cuando en las elecciones los rocieros nombren un nuevo hermano mayor, para el que ya hay un firme candidato, Isaac Camacho.