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Pilar Sánchez deja la primera línea de la política local y se centrará en la Diputación

La socialista, que ya ha pedido reincorporarse como docente , confirma que tomará el acta de concejal pero que no será la portavoz de su grupo

Jerez Actualizado: Guardar
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Pilar Sánchez se queda al frente del PSOE de Jerez, tal como le ha pedido su partido que haga para propiciar una renovación sin dramas ni catarsis, pero esta nueva etapa comienza poniendo ya todos los mimbres para hacer posible un relevo que permita a la formación encontrar un nuevo líder local y a ella dar un paso al lado llegado ese momento.

Tras varias semanas de especulaciones después de la debacle electoral del 22-M, ayer fue ella misma la que confirmó cómo será el futuro más próximo del socialismo de Jerez y, por ende, de ella como secretaria general. Y lo hizo en la que será su última comparecencia como alcaldesa de la ciudad, en la sala de prensa del Ayuntamiento y flanqueada por los cinco rostros que la acompañarán en el camino durante la legislatura que se iniciará este sábado día 11: los de los concejales Francisco Lebrero, Miriam Alconchel, Juan Pedro Crisol y Ainhoa Gil, a los que se sumó también el todavía delegado de Bienestar Social, José Manuel Jiménez.

El mensaje fue ayer muy claro y Sánchez no tardó mucho en sacarlo a la palestra durante lo que ella misma calificó como «reflexiones finales». «El próximo día 11 voy a recoger mi acta de concejal, pero no estaré en la primera línea de la política local ni seré la portavoz municipal del grupo socialista», apuntó para añadir justo a continuación que también va a ser la diputada provincial que llevará «la voz de Jerez a la Corporación provincial y la haga valer».

No quiso desvelar hasta la semana que viene quién de sus compañeros tomará el testigo para dar la réplica en los plenos municipales, pero insconcientemente su mirada se desplazó al número dos de su candidatura, Francisco Lebrero, que solo dijo que «habrá que votarlo».

La labor de la alcaldesa en funciones en la Diputación, en el mismo grupo del gran rival político que ha tenido en el mismo seno de su partido, Francisco González Cabaña, será la que centrará su trabajo que «va a ser igual de intenso que siempre, pero desde otra perspectiva ya que ahora se abre otra etapa diferente, también ilusionante, pero más tranquila». Y por si aún faltaran más pistas por dar, la todavía alcaldesa de Jerez explicó ayer que ya ha pedido reincorporarse a la docencia, en concreto a la plaza de orientadora que tiene en un instituto de San José del Valle. Según Sánchez, su intención es «hacer compatible este trabajo con la labor en la Diputación».

Sánchez no mencionó ni por un momento que su decisión de tomar el acta como edil y seguir al frente del partido vaya a ser temporal, y hasta llegó a afirmar que «vengo para quedarme». Pero lo hizo con poca rotundidad, con la certeza de que todos saben que está cumpliendo la hoja de ruta marcada por el PSOE federal y regional, y por eso no pudo menos que admitir segundos después que su continuidad dependerá siempre de «las circunstancias personales».

Aún abundó más en esa idea el que ayer sí dejara claro que no va a optar a la reelección como secretaria general del PSOE de Jerez en el congreso que debe celebrarse después de que hayan tenido lugares las elecciones generales y autonómicas. «No me presentaré, pero la renovación se hará en un congreso ordinario, siguiendo lo que se ha marcado para toda España», aclaró.

Ante los que la acusan de cambiar de opinión, o para aquellos que ven una contradicción en que siga al frente del partido tras los malos resultados cosechados en los comicios –en los que perdieron 10 de sus 15 concejales–, dejó claro que «nunca me voy corriendo de los sitios», y apostilló que «he tenido tiempo de reflexionar y de tomar una decisión, y por eso creo que mi experiencia acumulada y mi bagaje como alcaldesa pueden ser útiles en el trabajo en la oposición».

También a ese respecto, a la hora de analizar las posibles causas de la derrota del PSOE en las urnas, se mostró aséptica, hasta serena, y más crítica y menos visceral que a lo largo de esta legislatura. Ni siquiera llegó a cargar las tintas contra los ediles críticos de su gobierno, ninguno de los cuales hizo ayer acto de presencia en su despedida.

«La crisis económica tan importante y la pérdida de empleo que ha sufrido Jerez con 17.000 parados más han sido factores fundamentales, pero también hay que tener en cuenta el ruido, unas veces con razón y otras sin ella, y sin duda algunas de nuestras decisiones que no han sido las adecuadas y nos han llevado a cometer errores, como ocurrió con el Plan de Movilidad, que marcó un antes y un después», dijo antes de recalcar que «la falta de unidad es un mensaje que ha calado profundamente». «Todos tienen problemas y no los airean», añadió la regidora en funciones.

Incluso llegó a reconocer que no se había estado a la altura de las expectativas de los ciudadanos, que confiaban en que con todas las administraciones del mismo signo político llegarían a Jerez «ayudas singulares» que no aparecieron.

La socialista dijo que encara el futuro «sin resentimiento», sobre todo porque se siente «muy orgullosa» de haber sido la alcaldesa de Jerez en los últimos seis años, y recalcó que inicia ahora «una etapa de mi vida muy importante, intensa, compleja y complicada en este lugar en el que nos han colocado los ciudadanos». Y no pudo dejar de referir que le llevará tiempo «desmenuzar todo y profundizar en lo pasado, tal vez para plasmar en la Historia mi visión». Al hilo de eso, llegó a afirmar que sigue sin desechar la idea de escribir un libro sobre este periodo «al que he dedicado tantos horas de mi vida».

Oposición «responsable»

Por último, aprovechó para lanzar un aviso a los populares, que liderados por María José García-Pelayo tomarán el sábado las riendas del ejecutivo. Así, Sánchez dejó claro que su grupo municipal va estar «muy pendiente» de su gestión. «Daremos un margen razonable, pero estaremos vigilantes para que se cumplan todas las promesas que han hecho en los últimos meses», y que todas las medidas que se tomen se ajusten a derecho. En este punto, la socialista –que tanta presión recibió por sus asesores– advirtió de que «cualquier nombramiento debe hacerse por convocatoria pública, porque lo contrario sería muy cuestionable». 

En definitiva, habló de «tender la mano», pero no de dar «cheques en blanco», y apuntó que serán «una oposición responsable alejada del discurso del ‘no’ que no ha beneficiado a la ciudad». «Jerez se merece el mejor gobierno, y también la mejor oposición», apostilló.

Y de cara al futuro le puso al PP un ejemplo aprendido en carne propia: los ciudadanos «pueden retirarles la confianza tal como como a nosotros nos ha pasado».