La primera jornada de huelga de Alestis deja sin actividad las plantas de la Bahía

El primer día de paro convocado por los afectados en el ERE de Alestis logra paralizar las tres plantas que la compañía tiene activas en la Bahía. Más de 300 trabajadores se han concentrado esta mañana ante los centros de El Puerto y Puerto Real en rechazo al expediente presentado hace una semana. Justo a las 6.00 se han cortado los accesos a las naves del polígono portuense Tecnobahía con varias fogatas que impedían el paso de los coches. Ante las puertas de las fábricas más de 200 empleados se han movilizado y han colgado pancartas con críticas a la compañía aeronáutica y a la Junta, a las que han acusado de mentir sobre los compromisos de recolocación.

Todo el colectivo de Delphi que fue contratado por Alestis (350 operarios) ha secundado la huelga, a pesar de que el ERE afecta a 195 de ellos. El portavoz de estos trabajadores, Pedro Lloret, ha explicado esta mañana que " la concentración durará todo el día y se intentará que sea de manera pacífica". Poco después de las nueve de la mañana él, junto al resto de los miembros del comité de empresa que representa a esta plantilla, se ha desplazado a Sevilla para oír la pregunta del parlamentario de IU por Cádiz, Ignacio García, sobre el futuro de la planta. Y una vez finalizada la comparecencia del consejero de Innovación, Antonio Ávila, tienen previsto reunirse con el portavoz del grupo socialista en el Parlamento, Mario Jiménez.

Por su parte, la plantilla de los antiguos trabajadores de SK-10 que pasaron a formar parte de Alestis permanecieron ante el acceso a las plantas contemplando la movilización. Ninguno de ellos ha secundado la huelga y esta mañana se han presentado para cumplir con su jornada de trabajo, pero la empresa no ha abierto las puertas ante las protestas.

El presidente de este comité de empresa, Francisco Trujillo, ha asegurado que "entiende la situación y comparte su malestar", pero los trabajadores decidieron en asamblea no apoyar este paro. No obstante, en el caso de Puerto Real, se llegaron a unir ambos grupos hasta rozar el centenar de trabajadores entre unos y otros. También en esta planta, de menor tamaño que las anteriores, se han instalado piquetes para impedir la entrada con los coches, a pesar de todo la jornada se desarrolla de manera tranquila sin que se haya llevado a cabo ninguna intervención policial.