mundial 2010

A por la gloria en ‘territorio comanche’

Los alemanes instalados en la provincia gaditana esperan celebrar la revancha de la pasada Eurocopa

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Algo más de dos años han pasado desde que España y Alemania se vieran las caras en el estadio Ernst Happel de Viena, antiguo Prater, en el duelo culminante de una Eurocopa que siempre quedará en el recuerdo de todos los aficionados españoles. No es para menos, pues aquel 29 de junio de 2008 un gol del madrileño Fernando Torres hacía posible el sueño del combinado nacional: recuperar el cetro del balompié continental después de 44 años.

El caprichoso destino ha vuelto a unir los caminos de ambas escuadras. Esta tarde (20.30 horas) germanos y españoles disputarán otro duelo en la cumbre, con la final del Mundial a un paso. Sin lugar a dudas, una ocasión inigualable para que los germanos devuelvan la moneda a una selección, la dirigida por Vicente del Bosque, que sigue batiendo registros.

Será un partido especial, sobre todo para gran parte de la colonia germana que reside en España o disfruta en estas fechas de sus vacaciones en nuestro país. Sin ir más lejos, y según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) en el año 2009, un total de 4.804 alemanes se habían instalado en la provincia gaditana, siendo el tercer núcleo poblacional de inmigrantes tras los procedentes desde Marruecos y Reino Unido, respectivamente. Son los casos de Klaus Meyer y Johannes Namuth, dos teutones que vivirán la cita rodeados de hinchas españoles. Será una ocasión única para ellos y por ello quieren que su negocio, el pub ‘Full House’, se convierta esta tarde–noche en un lugar de convivencia entre seguidores de ambos países. Por ello, todos los que asistan a la hora del duelo con una seña identificativa (camisetas, gorros, bufandas, banderas...) de una de esas selecciones serán ‘premiados’ con una degustación. «Nuestro pub será un punto de encuentro para los aficionados de ambos conjuntos. El deporte tiene que servir para unir y es una ocasión inmejorable», comenta Klaus Meyer.

«Durante el presente Mundial ya hemos llevado a cabo esta práctica y la verdad es que ha reinado un gran ambiente en nuestro pub. Muchos españoles, alemanes e incluso holandeses, por poner algunos ejemplos, han visto aquí los choques del Campeonato del Mundo. Sin ir más lejos, el local registró un lleno el pasado sábado para ver los partidos de cuartos de final que disputaron Alemania y España», aclara Johannes Namuth.

Curiosa reacción

A escasas horas del inicio de la semifinal, cuando los nervios comienzan a aflorar ante la llegada de una cita tan relevante, Klaus y Johannes sorprenden con unas curiosas declaraciones. «España es el país que nos alimenta y por eso animaremos a los chicos de Del Bosque. Además, este país necesita un elemento de euforia para salir de la crisis y no hay nada mejor que una victoria de este calibre para afrontar el futuro con optimismo», aclara Klaus Meyer, que lleva más de tres décadas en nuestro país y está casado con una española. Por si fuera poco, Johannes Namuth, entre risas, apostilla: «Yo también voy con España. Hay que tener contentos a los ciudadanos de la zona».

Si se cumpliesen sus ‘deseos’, Alemania tendría que esperar otros cuatro años para optar al reinado del fútbol internacional a nivel de selecciones. De esta manera, los teutones seguirían anhelando el gol de Brehme desde los once metros en la final de Italia’90 frente a la Argentina de Maradona, Caniggia y compañía, un hecho que permanece en la retina de muchos seguidores, tal y como relata Johannes: «Yo tenía once años por aquel entonces, pero recuerdo la alegría que se vivió en aquel momento. Es más, ese día los niños pudimos acostarnos un poco más tarde».

Ahora bien, si hay algo en lo que no dan su brazo a torcer estos germanos es en la pasión hacia sus clubes. Johannes, natural de Bremen, es un fiel seguidor del Werder Bremen, club de Mesut Ozil, una de las grandes estrellas de la nueva hornada de talentos alemanes. Por su parte, Klaus es hincha del Borussia Dortmund, pese a ser natural de Múnich. «A nivel de clubes lo tenemos claro. Queremos que ganen siempre nuestros equipos. Ahí no hay trato que valga», afirman.