Sevilla y Getafe miden sus fuerzas en una semifinal con sabor a venganza

Vuelve la Copa del Rey, la competición donde los aficionados pasan de las sonrisas a las lágrimas en un segundo. Le llega el turno a las semifinales y el telón se abre con un partido 'top class': Sevilla-Getafe. Andaluces y madrileños están a dos pasos de disputar una final por un título. El primer asalto es en el Sánchez-Pizjuán y ambos conjuntos pasan la presión al rival.

«¿Qué título le dan al favorito?», resumía Manolo Jiménez. No quiere el arahalense volver a caer en el error del año pasado, donde también los suyos llegaron a las semifinales. Pero en aquella ocasión, un Athletic más inspirado y motivado, gracias a su técnico Joaquín Caparrós, vapuleó a los hispalenses. Y de paso, humillaron a José María del Nido por su famosa frase de «comerse al león de la cabeza hasta el rabo». Quizá sea por esto por lo que el mandamás sevillano no ha hecho declaraciones fuera de tono.

Algo similar sucede en su rival, el Getafe. También al mandatario madrileño, Ángel Torres, le gusta salir a la palestra en este tipo de encuentros. Pero esta vez no irá a hacerlo, al menos por el momento. La razón hay que encontrarla en los antecedentes coperos entre ambos equipos. En concreto, el 10 de mayo de 2007, en la final disputada en el Santiago Bernabéu. Por aquel entonces se 'calentó' la previa debido a las entradas. Los sevillistas pidieron más argumentando que la capacidad social del Getafe era ínfima en comparación a la del Sevilla. Cosa obvia y cierta. Pero en el bando madrileño se prefirió dar hasta tres entradas por socios, con tal de no beneficiar al rival. También algo que entraba en la lógica.

Esto supuso que la tensión fuera más allá de la propia de una final (reventas, peleas previas, cientos de aficionados hispalenses entraron gratis saltándose los tornos.). Aquel año el Getafe llegaba con la vitola de haber eliminado en las semifinales al Barcelona campeón de la 'Champions'. Lo hizo a lo grande, con Schuster como gran artífice. Sin embargo, tuvieron la mala fortuna de enfrentarse al mejor Sevilla de la historia. Aquel que ganaría cinco títulos en 15 meses y se erigió dos años como mejor equipo del mundo. Un 1-0 de resultado final que hundió a los getafenses.

Tampoco tuvieron suerte al año siguiente los de Madrid. Esa vez perdieron la Copa contra el Valencia. De nuevo, una maldición para un equipo que sueña con culminar sus éxitos de los últimos tiempos. Ahora toca 'vendetta'. Los primeros 90 minutos serán vitales para el desarrollo de la eliminatoria.