Rajoy dice que el Gobierno es «peor» para España que la crisis económica

Mariano Rajoy no tiene duda alguna de que el mayor problema al que se enfrenta España se llama José Luis Rodríguez Zapatero. El presidente del PP aseguró ayer en Mérida que la actitud del Gobierno ante la crisis es «peor» que la propia recesión económica, porque se trata de un Ejecutivo que «está a la deriva, que ha hecho mucho daño a España, que ha engañado, que no es fiable» y que la conduce a un callejón sin salida.

El líder de los populares, que pese a dedicar el discurso a la economía no dijo una sola palabra sobre el abandono de su gran fichaje electoral en este área, Manuel Pizarro, señaló que Rodríguez Zapatero «lleva dos años engañando a los españoles» y que a la vista de las medidas anticrisis que ha anunciado esta semana va a continuar por el mismo camino que ha provocado más de cuatro millones de parados.

Rajoy, en la clausura de la convención del PP extremeño, se mostró convencido de que el presidente del Gobierno se ha convertido «en el rey de la improvisación y del bandazo», porque, por su falta de ideas y su prepotencia, «hace las cosas tarde, mal, a rastras y sin hablar con nadie». «Después de engañar a la gente, de no hacer nada, de negarlo todo, de hacer demagogia, de criticar al PP porque le dijimos que las cosas no iban bien, de un sinfín de promesas incumplidas, llegan las medidas atolondradas», comentó en referencia a anuncios como la reforma de las pensiones o el plan de recorte del gasto público.

El jefe de la oposición cree que el actual «drama» de España es que Rodríguez Zapatero, que es quien tiene que gobernar, «no tiene ni coraje ni valentía» para hacerlo, por lo que el país necesita con urgencia un Gobierno que «tome decisiones», que, según dijo, será el suyo. Tranquilizó a los ciudadanos, porque el PP «es la alternativa», porque «hay otra política diferente», que es «la que nosotros vamos a hacer en cuento ganemos».

El presidente popular lamentó que, mientras tanto, el Gobierno se niegue a aceptar las propuestas que le ha hecho para salir de la crisis y rechazó los reproches socialistas de falta de colaboración. «Fue él, Rodríguez Zapatero, quien no quiso, quien dijo que la economía no se pacta porque es una cuestión ideológica», comentó antes de señalar que «sus prejuicios ideológicos y su actitud, más propia de un doctrinario que de un gobernante, nos han situado donde estamos en este momento». Repitió su fórmula anticrisis: «un plan serio» que controle el gasto público, el déficit y la deuda.

Mariano Rajoy dijo que sabe que hay muchos antiguos votantes socialistas que «ahora miran hacia el PP» y aprovechó la tribuna para animarles a que den el paso. «Aquí caben todos, porque el PP es un partido para todos los españoles, para los que aman a España, que quieren un Gobierno serio, que no improvise, un Gobierno que gobierne».

El líder del PP lanzó su último ataque con la polémica sobre la ubicación del futuro almacén de residuos nucleares. Rajoy eludió la propia bronca interna de los populares y aseguró que la culpa la tiene el Gobierno, que, «como no decide nada, genera líos, problemas, enfrentamientos y tensiones ridículas». Con un tono entre la ironía y el desdén, concluyó que si Rodríguez Zapatero «tiene miedo» de elegir el lugar, que llame a la oposición.