José Bono en el homenaje a los abogados asesinados de Atocha :: EFE
ESPAÑA

Bono acusa a Rajoy de utilizar la inmigración como reclamo electoral

María Teresa Fernández de la Vega afirma que el líder de la oposición dice un día una cosa y al siguiente, la contraria

MADRID/PALMA. Actualizado: Guardar
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José Bono olvidó por un día de su papel institucional de presidente del Congreso y arremetió contra Mariano Rajoy por utilizar a los inmigrantes como «mercancía electoral». Las declaraciones, añadió, «no hay que hacerlas al peso, y mucho menos al peso de la báscula electoral». También la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega censuró al líder opositor por decir un día «una cosa y mañana, otra».

Esta furibunda reacción vino a cuenta de la propuesta del presidente del PP de garantizar la educación y la sanidad a todos los inmigrantes, aunque estén en situación ilegal o no estén empadronados. Unas palabras que contrastaron con su planteamiento de exigir un contrato de integración a los extranjeros que llegan a España para acceder a los servicios fundamentales. Esas declaraciones tampoco están en sintonía con la postura de otros dirigentes y gobernantes de su mismo partido, contrarios a permitir que los extranjeros sin papeles puedan registrarse en los municipios, condición indispensable para acceder a las prestaciones sanitarias y a las matrículas en los colegios. Rajoy ha guardado silencio además cuando se han desatado las polémicas por las decisiones de los ayuntamientos de Vic, en Barcelona, y de Torrejón, en Madrid, de no empadronar a los inmigrantes indocumentados.

Bono señaló ayer en declaraciones a la cadena Ser que no se puede hacer política «cortando y pegando» opiniones en función de que «convenga para el discurso electoral de cada momento». El presidente del Congreso consideró legítimo que todos los políticos aspiren a ganar elecciones y trabajen para ello, pero no se puede buscar esa victoria a costa de «perder los principios».

Momentos antes, durante un homenaje a los abogados laboralistas asesinados en la calle Atocha de Madrid en 1977, el político socialista consideró que es lamentable «atacar un día a aquellos que reconocen» los derechos de los inmigrantes con independencia de su situación legal, un planteamiento que el PP censura porque estimula el 'efecto llamada', y «al día siguiente defender la posición contraria», que es, a juicio de Bono, lo que hizo Rajoy este viernes. Los derechos humanos, sentenció, están «por encima de los procesos electorales».

Reforma

También la vicepresidenta primera arremetió contra el líder de la oposición por su nuevo planteamiento «oportunista, ocurrente y contradictorio». María Teresa Fernández de la Vega subrayó desde Palma de Mallorca que Rajoy es un oportunista porque «se apunta a todo para desgastar» al Gobierno y arañar «un puñado de votos». Ocurrente, agregó, porque su propuesta no resiste «el más mínimo análisis»; y contradictorio porque un día defiende una postura y 24 horas después la contraria.

La número dos del Ejecutivo señaló que este novedoso enfoque del presidente de Rajoy de la inmigración resume «muy bien» la forma de hacer oposición del PP, en la que todo vale con tal de no estar del lado del Ejecutivo.

En una nueva muestra de su habitual prudencia, el presidente de la Xunta de Galicia, el popular Alberto Núñez Feijóo, abogó por huir de los enfrentamientos y consensuar entre los dos partidos mayoritarios una nueva reforma de la ley de Extranjería, la última se aprobó en diciembre pasado, porque la vigente es «confusa» y da pie a polémicas como la del empadronamiento de los sin papeles. El gobernante gallego indicó que es necesario fijar con precisión los «derechos y obligaciones» de los extranjeros en función de su situación legal para acabar con «los efectos llamada masivos» y para que no se produzcan «los fraudes» que se han registrado por la imprecisión de la norma en vigor.