La actividad se sitúa en los mismos datos de los años cincuenta. :: N. R.
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Cádiz apenas construye ya 1.800 vivendas al año

De las 20.000 viviendas que se levantaban al año durante la época de bonanza se ha pasado a un balance anual de 1.800 El mercado inmobiliario sufre el mayor parón del último medio siglo

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Definitivamente 2009 ha sido es el año duro de la crisis y del batacazo. No hacen falta estadísticas para darse cuenta de que todo ha ido a peor y que el sector inmobiliario, el primero que abrió una brecha en la racha de prosperidad -aunque en la provincia siempre hubo grietas-, no levantaría cabeza. El Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España sí ha hecho balance y las cifras resultan más que sorprendentes. Ni a 700 llegó el número de viviendas nuevas que se vendieron en la provincia hasta septiembre del año pasado, unas 1.800 si se realiza la comparativa interanual. Eso supone la mayor caída de los últimos 60 años teniendo en cuenta que hace sólo tres, en pleno boom del ladrillo, se le daba salida a más de 20.000.

Lo curioso de todo es que apenas 193 fueron de renta libre, el resto -491 viviendas- tenían algún tipo de protección. Eso da una idea aún más clara de la situación. Menos visados hoy son menos edificios en construcción mañana y menos mano de obra necesaria. Sólo en diciembre se quedaron en la calle 3.300 trabajadores de este sector, que ya pasa de los 100.000 que esperan volver al tajo algún día en la provincia.

Y no es éste el mayor problema con el que se han topado los promotores. Los bancos han cerrado el grifo y la falta de financiación se ha convertido en el mayor escollo para que el negocio levante cabeza.

La situación no ha cambiado por muchos anuncios de ayudas a la vivienda que haga la Junta y nuevas estrategias de marketing de las cajas de ahorro. Los empresarios no consiguen créditos para sacar adelante sus proyectos y los potenciales compradores ven denegadas sus solicitudes de hipoteca con la misma facilidad con la que se concedían hasta hace poco más de un año.

Los históricos

Los optimistas insisten en que ésta no es la primera crisis que atraviesa el ladrillo. Ya en 1993 se vivió una parecida de la que se consiguió salir mucho más fortalecidos. Pero entonces, con unos salarios muy por debajo de los actuales e intereses de créditos entre el 12% y el 15% se llegaron a visar 4.000 viviendas más que durante los primeros nueve meses del año pasado. La comparación se ha hecho con el mismo periodo de tiempo, porque aquel ejercicio cerró con 5.860 procesos tramitados.

La recuperación vino pocos años después y pasada una década, la provincia ya le estaba dando salida a 18.500 pisos anuales. En eso tuvo mucho que ver la explotación de la segunda residencia en playa y el turismo inmobiliario. Grandes promociones con campos de golf, pistas deportivas y piscina animaron las ventas en el mercado gaditano, unidas a ventajosas ofertas en municipios como Chiclana, San Fernando, El Puerto o Jerez. Eran años en los que la vivienda protegida apenas tenía demanda gracias a la bajada de los tipos de interés y a la bonanza económica. Pero nadie podía imaginar una caída tan rápida. En apenas dos años la estadística ha regresado a balances de la década de los cincuenta y ahí se ha estancado a la espera de una recuperación.