Sociedad

Los trapos sucios del Ulster

La sociedad irlandesa teme que nuevos titulares sobre enredos de alcoba o abusos sexuales hagan tambalear el proceso de paz

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La sociedad norirlandesa acaba de ser testigo de cómo sus líderes más destacados -los presidentes del Partido Democrático Unionista (DUP), Peter Robinson; y el del Sinn Fein, el brazo político del IRA, Gerry Adams- se han visto salpicados por escándalos sexuales protagonizados por miembros de su familia -la mujer del primero y el hermano y el padre del segundo-. De la noche a la mañana estas personalidades, en cuyas manos está en gran medida el futuro del Ulster, se han hecho no sólo de carne y hueso para sus ciudadanos, sino que han generado un debate sobre la transparencia y la doble moral de sus líderes en una región profundamente conservadora, donde la religión sigue jugando un papel fundamental en la vida pública: el DUP está ligado a la Iglesia Libre Presbiteriana y el Sinn Fein, a la Católica.

Las revelaciones sobre los chanchullos financieros de Mrs. Robinson y sus escarceos amorosos con un joven 40 años menor al que entregó más de 55.000 euros para montar un café en Belfast forzaron a su marido a dimitir temporalmente como Ministro Principal con el fin de cuidar a su mujer, que tras un intento de suicidio se encuentra en tratamiento psiquiátrico. Mientras, una comisión aclara su conducta. Durante días, la conocida hasta ahora como la 'pareja de oro' ha sido la comidilla en la calle y en los medios de comunicación de medio mundo. Algunos reconocidos profesores de la Queen's University de Belfast han afirmado en el 'Daily Telegraph' que estos escándalos no han sido los únicos. «Hay una subcultura de desviación y pecado en estos partidos. Pero ahora se produce a una escala sin precedentes», denunciaron en ese periódico. «A Iris Robinson se la conoce aquí como una mujer excéntrica, que se gasta mucho dinero al estilo de las mujeres de los futbolistas», coincide el profesor de Historia de la Universidad del Ulster, Henry Patterson.

El matrimonio ya había sido objeto de escándalos anteriores por sus estrafalarios gastos como diputados o por contratar a miembros de su familia como asesores. Los Robinson, sucesores de la dinastía de Ian Paisley, el reverendo fundador del DUP, famoso por sus sermones apocalípticos, se habían erigido como una familia cristiana modélica que se dejaba ver yendo a misa. Flirteaban con el puritanismo. En 2008, Iris recurrió a una lectura literal de la Biblia para calificar de «abominable» la homosexualidad en un programa de radio de la BBC.

«Gobierno moralmente impuro»

Para el reverendo de la Iglesia Libre Presbiteriana David McIlveen, su comportamiento «ha dañado la imagen del evangelismo conservador». La profesora de la Irish School of Ecumenics del Trinity College de Dublín Gladys Ganiel va más allá: «Ese escándalo podría llevar a otros evangelistas a desertar también del activismo social y político. Algunos les han votado porque piensan que esos representantes son personas guiadas por principios cristianos». Los unionistas más radicales llevan de todas formas tiempo desilusionados porque consideran que el gobierno que forman el DUP y el Sinn Fein es «moralmente impuro». Con este panorama, las formaciones más escoradas del espectro político de la región -la primera quiere seguir ligada a Londres y la segunda sueña con unirse a la República de Irlanda- intentan acallar cuanto antes el alboroto mediático. Y, a priori, el Sinn Fein partiría con ventaja. Su líder, a diferencia de Peter Robinson, no ostenta un cargo en el Gobierno. El viceprimer ministro es el ex miembro del IRA Martin McGuinness.

El caso de los Robinson trascendió además pocos días después del de los Adams, y «ayudó a taparlo», según el profesor Henry Patterson. El líder del Sinn Fein se benefició también de otras circunstancias como el hecho de que los medios de comunicación, salvo el Sunday Tribune, apenas investigaron su tremenda historia familiar que, por su sordidez, no vende tantos periódicos como el culebrón de los Robinson. «Adams se ve, además, como una pieza central del proceso de paz por lo que los periodistas no quieren tocarlo demasiado por las consecuencias que eso pudiese acarrear. Y, aunque Robinson es respetado por su habilidad como político, no es tan popular en su comunidad como Adams», apunta Patterson.

Pero estas importantes dosis de inmunidad no han evitado que Gerry Adams se haya visto obligado a elaborar una cuidada estrategia para salir lo más indemne posible del escándalo protagonizado por su hermano. Al parecer, durante más de dos décadas el líder del Sinn Fein no hizo nada para ayudar a su sobrina, que en el actualidad tiene 36 años, está casada y es madre de dos niños. Su padre, Liam Adams, la violó en repetidas ocasiones durante cinco años. Sólo intervino cuando Aine decidió romper su silencio y contarlo todo en un documental de la televisión del Ulster poco antes de Navidad. A partir de entonces, Adams montó una defensa que pasó por revelar a otra cadena de televisión que su padre, miembro del IRA ahora fallecido, abusó de sus hermanos. Dice que él lo descubrió hace tan sólo una década.

Adams tiene incluso un blog, donde el pasado 12 de enero colgó una respuesta al escándalo bajo el título 'Un trauma familiar'. Relata su versión de los hechos de manera muy cuidada, dice que hizo todo lo que pudo y acaba expresando su deseo de que su hermano, ahora en paradero desconocido, pase a disposición de la Justicia. Gerry Adams ha conseguido darle la vuelta a la tortilla y convertirse en víctima de un drama. Basta leer los mensajes llenos de muestras de cariño y apoyo que los internautas han colgado en su página web.

Tiros por abusos sexuales

Pero más de uno se pregunta por qué el IRA, que en ocasiones golpeó y disparó en las rodillas a vecinos del barrio republicano del oeste de Belfast sospechosos de abusos sexuales, no tocó al hermano de Gerry. O cómo, con su historial, pudo trabajar en repetidas ocasiones como monitor de niños y jóvenes, en el seno de su comunidad. Por ejemplo, en el monasterio de Clonard, donde el líder del Sinn Fein va a misa. Ahora dice que cuando supo que Liam trabajaba con menores lo denunció, pero los monjes no tienen registrada dicha advertencia. Es por todo ello que la familia Robinson, bastante más machacada por la prensa, ha pedido que sean investigados el comportamiento de Adams y el de su partido .

La noticia de los abusos sexuales perpetrados por su hermano se ha producido cuando los irlandeses aún no han digerido el escándalo de las miles de violaciones cometidas por sacerdotes católicos en la República de Irlanda. Dos informes publicados el año pasado por el Gobierno probaron que el clero, policías y políticos se compincharon para que estas aberraciones perpetradas en colegios y orfanatos de la Iglesia Católica no saliesen a la luz. Un duro golpe para la institución y, por extensión, para toda la comunidad católica tanto de Irlanda del Norte como de la República de Irlanda, cuya Constitución, de 1937, arranca así: «En nombre de la Santísima Trinidad, de quien emana toda autoridad y hacia quien, cuando llegue la hora, deben referirse todas las acciones de los hombres y de los estados (.). Reconociendo humildemente todas nuestras obligaciones hacia nuestro Señor Divino, Jesucristo (.)».

2009 ha sido un año nefasto para la conservadora República de Irlanda, y nadie podía predecir que el no menos puritano Ulster, enfrascado en la devolución de los poderes de Londres a Belfast -como la Policía o la Justicia- podría dar la vuelta al mundo con titulares sobre escándalos sexuales capaces de tambalear el proceso de paz.