Sebastián se ofrece para mediar en los problemas internos de Repsol

Los problemas internos en Repsol, con un presidente que no cuenta con el apoyo del accionista mayoritario, han llevado al ministro de Industria, Miguel Sebastián, a ofrecerse para mediar. La división en el seno de la petrolera hispano-argentina volvió a quedar patente el pasado viernes, cuando los consejeros de Sacyr, con la mayoría de las acciones, se ausentaron de un consejo extraordinario con el que Antonio Brufau quiso medir sus apoyos. El presidente fue ratificado pero tuvo que soportar el desplante de Luis del Rivero, al frente de la constructora.

Con las posturas enfrentadas, Miguel Sebastián ha ofrecido su mediación para resolver los problemas entre Brufau y Del Rivero aunque ha subrayado que no habrá intervención si la empresa no lo pide. Tras la presentación de un informe elaborado por las asociaciones empresariales europeas del sector de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), Sebastián ha asegurado que el Gobierno "siempre" está abierto a mediar, a "echar una mano", porque le "preocupa" que se produzca "algún daño a la imagen de una empresa estratégica para España".

Pero acto seguido precisaba que si la empresa no reclama la mediación del Ejecutivo, éste no intervendrá porque se trata de una empresa privada y de una cuestión de gobierno corporativo. "Estamos a disposición del presidente (de Repsol) si creen que podemos hacer algo, pero si no nos llaman no vamos a intervenir", insistía.

Diferencias en la cúpula

La relación entre Brufau y Del Rivero se ha distanciado todavía más en las últimas semanas, especialmente después de que varios medios de comunicación publicaran que los máximos accionistas de la petrolera, además de Sacyr Vallehermoso (20,01%), también La Caixa (14,12%), estaban buscando un sustituto para el presidente por estar en desacuerdo con su gestión.

Las diferencias se hicieron insalvables a raiz de la decisión de Brufau de recortar el dividendo de la compañía. Del Rivero, que ha manifestado públicamente su desacuerdo con la gestión del presidente, también ha criticado el hecho de que Repsol no se haya deshecho de su participación en su filial argentina YPF a pesar de haber recibido ofertas por ella, principalmente de compañías chinas.