El drama de Yves y María Jesús

Entre las víctimas mortales del devastador terremoto que asoló Haití ya figuran dos españoles. Se trata de un matrimonio, según confirmó el Ministerio de Asuntos Exteriores, integrado por María Jesús Plaza, de 46 años, e Yves Batroni, de 50, ambos vecinos de la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz. Los cadáveres de los dos fallecidos, que no residían en el país caribeño, han sido identificados por sus hijas en Puerto Príncipe, donde todos ellos se encontraban para realizar diversos trámites relacionados con una herencia.

Las hijas que les acompañaban son Alexandra, de 21 años, y Estefanía, de 20. Una tercera, María José, que se encontraba en España, emprendió vuelo hacia Haití nada más conocer la trágica noticia. Fuentes del departamento que dirige Miguel Ángel Moratinos indicaron que la mujer era española y el hombre tenía esa nacionalidad, aunque era de origen haitiano.

Los cadáveres fueron localizados por los servicios de rescate que trabajan en la búsqueda de supervivientes entre los escombros de la capital haitiana. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de ayer, trasladó a los familiares del matrimonio, las dos primeras víctimas mortales españolas confirmadas en la catástrofe, las condolencias del Ejecutivo.

Por su parte, el Ayuntamiento de Torrejón de Ardoz ha ofrecido a la familia los servicios del Consistorio y, además, ha convocado a los vecinos el próximo lunes para guardar un minuto de silencio por ellos y por todas las víctimas de la catástrofe.

La vicepresidenta y portavoz manifestó que el Gobierno sigue trabajando para localizar al resto de la colonia española que podrían estar desaparecidos y que cifró entre «cuatro o cinco», aunque admitió que las comunicaciones están siendo muy dificultosas. Hasta la mañana de ayer, el Ministerio de Asuntos Exteriores había contactado con 87 compatriotas residentes en Haití de los 111 ciudadanos de nacionalidad española que el equipo consular tiene registrados.

«Quedarían por localizar cinco, seis o siete españoles, pero el resto podemos decir que están sanos y salvos», declaró Miguel Ángel Moratinos. Y es que el departamento de Exteriores sostiene que entre «diez y doce» españoles con residencia en la isla caribeña no estaban en el país en el momento de producirse el terremoto, según precisó la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez, quien confió en que «en las próximas horas podamos localizar a todos».

Rodríguez dijo que los 87 localizados se encuentran «bien y a salvo, con un estado general bueno, salvo algunas pequeñas heridas de poca consideración que presentan algunos de ellos».

De los residentes en Haití que siguen desaparecidos han trascendido algunas identidades. Por ejemplo, el de la diplomática segoviana Pilar Juárez Boal, funcionaria de la Comisión Europea, que se encontraba en la isla por motivos laborales desde hace cerca de una década. Tiene 53 años y es natural de La Granja de San Ildelfonso.

Una policía y una religiosa

Continúa también desaparecida Rosa Crespo Biel, una subinspectora de la Policía Nacional residente en Zaragoza, de 47 años de edad, según confirmaron fuentes policiales. Esta mujer es la única integrante del contingente de 41 policías y guardias civiles desplegados en la misión de la ONU en Haití «con la que aún no se ha podido contactar», dijeron las mismas fuentes. Se encuentra también en situación de desaparecida la religiosa de origen navarro María Pilar Pascual.

Soraya Rodríguez confirmó que, como no podía ser de otra manera, el Gobierno español pone sus aviones a disposición de todos los españoles que se encuentran en Haití para si deciden ser repatriados, aunque señaló que no podía ofrecer con exactitud el número de ellos que lo han solicitado.

En los próximos días, María Teresa Fernández de la Vega y Soraya Rodríguez viajarán a la isla para participar en una reunión sobre la reconstrucción del pais. Miguel Ángel Moratinos, por su parte, informó ayer a los portavoces parlamentarios de las gestiones del Gobierno español destinadas a paliar los efectos más graves del terremoto que asoló al país más pobre de América.