ESPAÑA

ETA inicia su campaña carcelaria con una avalancha de cartas

La banda pospone un mes las huelgas de hambre ante el riesgo de que los disidentes se nieguen a hacer ayuno

MADRID. Actualizado: Guardar
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Los 740 presos de ETA en las cárceles españolas y francesas ya han comenzado a recibir el calendario de movilizaciones para la campaña de «lucha en las prisiones» con la que la banda terrorista quiere frenar las crecientes disensiones internas y afianzar la cohesión.

Aunque el colectivo de presos de la banda (EPPK) pretende que estas movilizaciones relancen la figura de los reclusos en el exterior de las prisiones, lo cierto es que el debut de esta campaña es mucho menos potente de lo que esperaba Ia administración penitenciaria: la primera fase de esta ofensiva mediática, que en principio debería comenzar mañana, es una avalancha de cartas, formularios, comunicaciones e instancias de los presos dirigidas al director de la prisión, a la dirección de Instituciones Penitenciarias y al Ministerio del Interior, entre otros. Las misivas tendrán como argumentos reclamar el fin de la dispersión de los presos, el acercamiento a cárceles del País Vasco y la inmediata excarcelación de internos terroristas enfermos o a los que se les ha prolongado el encarcelamiento por la aplicación de la 'doctrina Parot'.

Según responsables de la lucha antiterrorista, ETA no se ha atrevido a comenzar con la medida de mayor presión de sus presos, la huelga de hambre, consciente de que hay un número creciente de internos, sobre todos los más veteranos y críticos, que podrían negarse a seguir el ayuno. Las instrucciones de EPPK son posponer hasta dentro de un mes el inicio de esas huelgas, que en todo caso serán muy limitadas. Serán ayunos rotativos, por espacio máximo de una semana, e incluso cabría la posibilidad de que los internos más débiles puedan alimentarse con comida en sus celdas procedentes del economato.

Encierros

La próxima semana, tras la campaña postal, el EPPK ha propuesto la más conocida y habitual medida de presión de los presos: el 'txapeo', o sea, negarse a disfrutar de sus horas de patio y permanecer toda la jornada en sus celdas, incluso comer allí. La tercera semana la protesta pasará por la negativa a tener comunicaciones telefónicas.

Los responsables penitenciarios no se atreven a cuantificar cuál será el seguimiento de esta campaña del EPPK.