Un hortelano de Huelva recoge las naranjas caídas al suelo anegado de agua. :: CRISTINA QUICLER. AFP
ANDALUCÍA

El temporal provoca cuantiosos daños en las cosechas de olivar, cítricos y fresa

Las pérdidas están por valorar, pero Asaja y COAG barruntan un 20% en la aceituna de Jaén y Córdoba y un 40% en los frutales de Huelva

SEVILLA. Actualizado: Guardar
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Las intensas lluvias tan beneficiosas para los acuíferos y los pantanos también han dejado secuelas negativas en la geografía andaluza, sobre todo en el campo. Las organizaciones agrarias COAG-A y Asaja-A destacaron que las lluvias registradas en los últimos días han beneficiado a los pantanos y embalses, lo cual permitirá la vuelta a la «normalidad hídrica» en el campo andaluz, aunque apuntaron la existencia de una serie de importantes daños en zonas específicas, en concreto en la cosecha de olivar de molino y cítricos, así como los destrozos causados en algunas infraestructuras como caminos, vallados o cercas.

Según indicaron a Europa Press fuentes de COAG-A y de Asaja-A, las últimas precipitaciones «nos han traído luces y sombras» sobre los cultivos, ya que «se ha conseguido llenar los pantanos y los pozos y acuíferos, lo que significa que tendremos normalidad en los riegos y no habrá incertidumbres al sembrar», aunque reconocieron que debido a su intensidad y prolongación en el tiempo, están causando algunos daños como en la fruta y verdura y la recogida de la aceituna de molino.

Frente a provincias como la de Málaga, donde las lluvias no han causado daños a los cultivos, en otros puntos la intensidad de las lluvias no han sido tan beneficiosas como es el caso de las zonas de olivar. La lluvia afectó a los olivares de aceituna de molino, especialmente en Jaén y Córdoba, de forma que la aceituna ha caído al suelo, lo cual hace mermar su calidad, pero además la campaña de recogida se está retrasando más de la cuenta e incluso la cosecha se ha paralizado.

Previsión a la baja

Así, según precisaron fuentes de las organizaciones agrarias, este año la lluvia ha llegado en el inicio de la campaña de recolección de la aceituna, cuando sólo se había recogido un 10%, lo cual «ha provocado que la pérdida de cosecha se sitúe en un 20% en las principales zonas olivareras de Jaén y Córdoba, ya que además, la aceituna caída no se va a recoger».

Ello provocará un incremento «aún más elevado» en las pérdidas de los olivareros, por lo que los datos de previsión de aforo de producción de aceituna en Andalucía «tendrán que ser rectificados a la baja una campaña más».

También se han visto dañados los cultivos de cítricos, especialmente de naranjas, en toda la Vega del Guadalquivir, en las provincias de Córdoba y Sevilla, donde «mucho fruto se ha caído al suelo y se ha perdido».

Asaja-Huelva cifró en un 40% las pérdidas registradas en el sector de la fresa y la frambuesa, ya que en el entorno de Almonte y Rociana la llegada de las lluvias justo después de que los cultivos de frambuesas sufrieran heladas ha impedido que se recuperen las plantas, por lo que se calcula de momento este porcentaje de la fruta se perderá o tendrá problemas de desarrollo.

En el caso de las frutas y hortalizas en Almería y Granada, los daños por la cantidad de días que se prolonga el temporal de lluvias, está causando una alta humedad en los invernaderos, «que está provocando enfermedades en las plantas como hongos o bacterias, que acaba por destruirla», lo cual va a suponer una pérdida de producción «considerable», que puede rondar un 15% menos en las próximas semanas.

Según precisó COAG-A, en Granada se registraron pérdidas de ocho millones de kilos en tomate cherry por el rajado del fruto principalmente, junto con la pérdida de medio millón de pepinos; también se ha visto afectada el cultivo de judía verde, mientras que en el caso de las frutas y hortalizas en Almería, como pimiento, tomate, berenjena, calabacín o pepino, se han visto afectados no tanto por las lluvias, sino por la cantidad de días que ya se prolonga el temporal, con la aparición, debido a la alta humedad en los invernaderos, de enfermedades en las plantas.

Fuentes de Asaja-A agregaron la existencia de zonas «anegadas», especialmente en Cádiz, que afectó a los cultivos herbáceos de invierno que están ahora mismo sembrados, como cereales, remolacha y zonas de horticultura. COAG indicó que la pérdida del cultivo de la remolacha en Cádiz «ha sido total, puesto que llevan los cultivos bajo agua una semana». Asaja apuntó los daños en las infraestructuras rurales, de manera que «los caminos rurales están hechos polvo, se han caído vallas y cercas, se han volado instalaciones y se ha registrado una pérdida de tierra importante.