ESPAÑA

Convenciones populares en todas las comunidades

MADRID Actualizado: Guardar
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«No habrá próxima vez». Mariano Rajoy glosó en esta frase un aviso que la cúpula popular entendió a la perfección: hasta el santo Job perdió la paciencia.

El líder del PP, que pronunció estas palabras el pasado 3 de noviembre, dio un golpe sobre la mesa para frenar las disputas y actos de indisciplina en Madrid y Valencia, las dos joyas del tesoro de la corona popular. Este año debe ser, según el mandatario conservador, el de la unidad. María Dolores de Cospedal y Javier Arenas ya trabajan en la organización de una gran convención popular en todas las comunidades autónomas para culminar, el próximo otoño, con un gran cónclave nacional, que servirá como pistoletazo de salida para las elecciones locales y regionales de 2011. De estos encuentros, y del trabajo que ya realizan Ana Mato y Baudilo Tomé, saldrá el documento marco con el que PP redactará el programa electoral con el que Mariano Rajoy se presentará a las generales de 2012.

Cobo y Costa

Reuniones de trabajo para marcar líneas de actuación, pero también para alimentar la armonía. Existen, sin embargo, dilemas pendientes con cariz espinoso. El PP tiene que aclarar el futuro interno de Manuel Cobo y Ricardo Costa, ambos suspendidos de militancia por el comité nacional de garantías del PP, aunque mantengan su protagonismo en el Ayuntamiento de Madrid y en el Parlamento valenciano, respectivamente. El hecho de que González Pons haya afirmado que Costa es un «político con un brillante futuro en el PP» puede dar una pista de la decisión que tomará en un futuro la dirección nacional, aunque Rajoy, más cauto, espera acontecimientos.

Rajoy también deberá mediar en conflictos interterritoriales. Los gobiernos de Castilla y León y La Rioja, ambos del PP, pretenden recurrir el denominado concierto vasco, apoyado en Vitoria por Antonio Basagoiti, pero rechazado en el Congreso por los diputados populares.

El Estatuto de Castilla-La Mancha, y sus pretensiones sobre el río Tajo, también amenaza la calma interna. María Dolores de Cospedal ha tenido que mediar con el valenciano Francisco Camps y con el murciano Ramón Valcárcel para suscribir una postura conjunta al respecto.