Francis fue una pesadilla para Crusat

Calidad, ganas y empuje contra seriedad y solvencia defensiva. Albert Crusat y Francis vivían su particular derbi dentro del terreno de juego. El interior del Almería regresaba tras dos partidos de ausencia y demostró, durante el tiempo que estuvo en el terreno de juego, que tenía ganas, pero que enfrente tenía un oponente que en ningún momento le ofreció facilidades para llegar con peligro contra el área de Renan.

A pesar de todo, el partido comenzó con una gran oportunidad para el jugador catalán, que lanzó en el minuto tres desde fuera del área. Con el paso de los minutos, el interior se fue apagando hasta que se reanudó el choque en la segunda mitad. Hasta entonces, la sombra de Francis fue mucho más alargada que la del interior.

El jugador local lo intentaba una y otra vez por su banda, pero también chocaba con el barbateño que despejaba siempre el peligro, gracias también a la solidez defensiva mostrada por el Xerez. Por ello, el Almería cargó más el juego sobre la banda derecha, dejando sin entrar en juego a Crusat, que tenía que recibir el balón más cerca del medio campo que de la banda. Los regates los hacía hacia fuera y en alguna que otra ocasión se llegó a intercambiar los papeles con Francis, como en el minuto 22 donde al defenderlo se llevó la cartulina amarilla. En la segunda parte Crusat cambió de cara y estuvo mucho más enchufado, aunque durante el tiempo que estuvo en el campo su equipo no llegó a marcar.

Fue el jugador que entró en su lugar el que, finalmente, dio los puntos al cuadro local.

Por su parte, Francis volvió a ser el de siempre. Serio, trabajador y ayudando en ataque, pero sin premio alguno. Tras el encuentro, el barbateño se resignaba y manifestó que «el fútbol está siendo injusto con el Xerez. Creo que había un penalti con el cero a cero y es un mazazo muy grande. Sabemos que la cosa está difícil, pero hay que seguir peleando y tratar de sumar los mayores puntos posibles».

Al final, Francis secó a Crusat, aunque no tuvo su recompensa.