Una Navidad de película... de miedo

Como si de un serial se tratara, cada día la Policía, un amigo o un testigo anónimo añaden un nuevo dato a la historia de la agresión de Charlie Sheen, que dio con sus huesos en los calabozos tras amenazar a su mujer con un cuchillo en la velada de Nochebuena. El lunes habló el agente que acudió a la casa del actor el pasado día 25 sobre las ocho y media de la mañana. Minutos antes, la mujer de Sheen, Brooke Mueller, había marcado el número de la Policía. «Mi marido me ha amenazado con un cuchillo, temo por mi vida», confesó con un hilo de voz. Cuenta el policía que se dirigió al domicilio de la pareja que al llegar encontró a la mujer en la cocina, «sin heridas a primera vista», aunque en el informe anota que luego apreció «marcas rojas en el cuello». Se llevó al sótano a su marido e improvisó allí una sala de interrogatorios.

El actor, de 44 años, relató que él y su mujer, de 32, comenzaron a discutir cinco horas atrás. Eran las tres y media de la madrugada cuando se acaloró la conversación. Ella le planteó el divorcio y le dijo que quería llevarse a los niños -dos mellizos de 9 meses-. Y ya difieren las versiones. Asegura él que su esposa le empujó y le agredió. Según ella, el actor primero levantó la voz, luego le rompió las gafas y finalmente la empujó contra la cama y le colocó una navaja de diez centímetros en el cuello mientras le amenazaba. «Más vale que tengas miedo. Si se lo cuentas a alguien, te mato. Además, tengo un amigo que sabe cómo hacer el trabajo sin dejar huella». Aprovechando que Charlie Sheen se puso a hacer la maleta, Brooke cogió el teléfono y dio el aviso de socorro, atendido de inmediato por la Policía, que practicó a ambos la prueba de alcoholemia. La pareja había estado bebiendo antes de empezar a discutir y ella especialmente, ya que su test arrojó una cifra de alcohol en sangre tres veces superior a la de él.

Los agentes arrestaron al actor, que se perdió la comida de Navidad y no salió del calabozo hasta bien entrada la tarde, previo pago de una fianza de 6.000 euros. Le juzgarán el 8 de febrero y no podrá acercarse a su mujer, con la que se casó en mayo de 2008.