«Austeros y prudentes»

La frase es una síntesis de la descripción que Carmen Martínez Aguayo hizo de los Presupuestos cuando los presentó en la Cámara. La consejera de Economía ha estado igualmente austera y prudente durante el debate final de las cuentas de la Junta, ya que no quiso intervenir como ocurre otras veces y dejó la palabra a los portavoces de cada formación. Estos no escatimaron rifirrafes y reproches en un debate enmienda a enmienda de cada una de las consejerías que dejó más de una vez el salón de plenos casi vacío. No despertó emoción ni la negociación a golpe de teléfono y pasillo de las enmiendas que el PSOE estaba dispuesto a votar del PP e IU. El PSOE hizo el ofrecimiento a última hora y con un claro objetivo de pillar descolocada a una oposición ya con el guión aprendido para rechazar los Presupuestos. La intención socialista es la de dar una imagen abierta al consenso, pero quizás esta fuera más creíble si en lugar de anunciarlo a última hora se hiciera con la lógica del debate: en la etapa en la que en comisión parlamentaria se presentan y analizan las enmiendas.

La oposición votó en contra como estaba previsto, pero supo arrimar el hombro a ese consenso y aceptó el reto socialista de las enmiendas. El PP, sin embargo, logró dejar la sensación de lo contrario, del desentendimiento cuando insistió a última hora en devaluar el número de sus iniciativas votadas por los socialistas.