El presidente Barack Obama, durante una intervención en la Casa Blanca. :: AP
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Los demócratas aseguran los votos para la reforma sanitaria

El partido de Obama intenta acelerar los trámites parlamentarios para que la ley pueda ser aprobada en Nochebuena

WASHINGTON. Actualizado: Guardar
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Tras horas de negociación donde hubo que ajustar una vez más algunos elementos clave relacionados con el aborto, la mayoría demócrata en el Senado logró atraerse ayer el último apoyo que le faltaba para aprobar la ley reforma sanitaria. No fue tarea fácil arrancar el sí al senador por Nebraska Ben Nelson, quizás el más conservador de los denominados 'perros azules' del Partido Demócrata. Las reservas expresadas por este grupo, muchas veces coincidentes con la oposición republicana, han propiciado modificaciones importantes que han descafeinado el proyecto inicial de Barack Obama.

En cualquier caso, el cambio de postura de este legislador, firme enemigo del derecho a la interrupción del embarazo, permite alcanzar la cifra mágica de los sesenta votos imprescindibles para desbloquear cualquier intento de veto de los republicanos y poder aprobar finalmente la ley tras una interminable negociación en el Capitolio. «Votaré a favor de la reforma sanitaria porque con ella se atajan los costes galopantes de la salud para las familias, los trabajadores y los colectivos rurales de Nebraska», anunció el senador tras horas de reunión con el líder de la mayoría demócrata, Harray Raid. El apoyo de Nelson exigió además otras contrapartidas a la carta, como mejoras en la financiación de su estado.

El objetivo de los demócratas ahora es acelerar el trámite parlamentario todo lo que la ley permita para aprobar la reforma antes del día de Navidad, con bastantes probabilidades de que la votación se produzca en Nochebuena. La versión definitiva de la medida que proponen los demócratas ha eliminado la creación de una opción pública que compitiera con el sector privado. En su lugar, se permitirá a las aseguradoras que puedan ofrecer planes de cobertura en todo el país, en vez de estar sometidas, como hasta ahora, a las regulaciones particulares de cada estado.

Rechazos

Una de las innovaciones de la reforma que ha sobrevivido el trámite parlamentario es la prohibición a las empresas de que rechacen la cobertura a quienes padezcan ya enfermedades, práctica habitual que ha pervertido hasta lo intolerable los servicios de salud. Tendría efecto inmediato para los niños, aunque no será hasta 2014 cuando se extienda a toda la población.

Pese al anuncio de Nelson de que apoyará la medida, la oposición republicana trabaja ya para retrasar lo más posible la votación. De entrada, este fin de semana ha impuesto que se lea en el pleno del Senado el texto de 300 páginas que contiene todas las enmiendas, actividad que llevará varias horas.

El líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, redobló ayer sus críticas indicando que se trata de «un error legislativo de proporciones históricas». A su juicio, el proyecto de ley causará recortes en los presupuestos de Medicare, el programa de cobertura médica para los jubilados.