Un trabajador social presta asistencia a un sintecho en el barrio de La Plata. :: CRISTÓBAL
Jerez

Cruz Roja triplica sus actuaciones y pide a la ciudadanía que done mantas

La ONG llega a atender a 60 personas diarias sin hogar que sufren la consecuencia de la crisis y la ola de frío

JEREZ. Actualizado: Guardar
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SOS, necesitamos mantas. Este es el escueto pero desesperado llamamiento que hace Cruz Roja a todos los jerezanos para que colaboren en la medida de sus posibilidades con los llamados sintecho. Desde el programa UMIS (Unidad Móvil de Intervención Social) de esta ONG confiesan no dar abasto para atender a todos los transeúntes que vagan por las calles de la ciudad y que tienen que hacer frente por estos días a un problema añadido: el frío.

La responsable de la unidad, Verónica Rey, ha informado a este periódico de que si normalmente los voluntarios y profesionales atendían a una media de 25 personas, ahora se ha pasado a 35 e incluso hay días en los que el máximo se sitúa en 60. «Ha subido el número de usuarios de forma considerable -apunta-, y especialmente este año con la crisis. Por eso, ahora más que nunca estamos solicitando tanto a empresas como a la ciudadanía en general que donen mantas».

Los números no engañan, ya que en lo que va de año se han triplicado las intervenciones hasta alcanzar las 8.600, con unas 200 personas atendidas. En muchos de los casos, un mismo ciudadano requiere de varias actuaciones, pues los responsables de este programa cifran en 30 los usuarios habituales con los que se encuentran, lo que supone más o menos la mitad de los sintecho que se calcula que pernoctan en la localidad.

Aunque la inmensa mayoría carece de vivienda, hay algunos que viven ocasionalmente de okupas mientras que otros lo hacen en infraviviendas, de tal manera que de una forma u otra acaban necesitando asistencia. El protocolo a seguir en estos casos se centra en cuatro salidas nocturnas que los voluntarios realizan a la semana, y que aprovechan para ofrecer a estas personas alimentos, ropa, mantas y todo aquello que les urja para combatir su falta de recursos y los rigores de la climatología de una manera inmediata.

Objetivo: integración social

«Este es el instrumento para acercarnos a ellos -explica Rey- pero no nuestro verdadero objetivo, que consiste en sacarles de su situación e insertarlos socialmente, algo que resulta más difícil». Afortunadamente, para esta tarea la unidad cuenta con el apoyo inestimable de los trabajadores del albergue municipal, que son los que ofrecen un techo en un primer momento a los transeúntes que no tienen adonde acudir.

Dependiendo del perfil de cada uno, los hay que sólo necesitan unas pocas noches pero también muchos otros que llegan a permanecer allí meses, una vez que consiguen trabajo y logran afianzarse hasta poder despegar por sí solos. La labor de orientación que se realiza con ellos es básica, y parte de un primer paso ineludible como es el de normalizar su situación administrativa en cuanto a DNI, pasaporte (en caso de extranjeros), tarjeta sanitaria y demás documentación imprescindible.

Más tarde llega el asesoramiento laboral, y ahí ya se encargan los profesionales del albergue de llevar a cabo el protocolo adecuado. Además de la UMIS, Cruz Roja cuenta con otros programas como el de intervención familiar para núcleos en situación de vulnerabilidad y son alrededor de 45 familias las asistidas por los voluntarios, cuya ayuda se centra básicamente en la proporción de comida.

En la actualidad, se abastecen gracias al banco de alimentos pero la necesidad es tal que ya hay una lista de espera de más de 100 demandantes. Es por eso que los responsables apelan a la solidaridad de los jerezanos, porque en tiempos de crisis toda ayuda que se pueda prestar es poca.