Munilla

Pues si les digo la verdad, a este señor lo veo de Papa de Roma. Hagan un ejercicio de visualización y verán que su perfil encaja perfectamente en una moneda de oro, o en una estampita de recuerdo del Vaticano, coño, que tiene cara de Papa. Así como el de ahora no parece un Papa, por mucha fumata blanca que le bendiga, Munilla ha nacido para ello. Sí, creo que será 'el jefe' justo después del Papa negro, aquel que decía Nostradamus en sus predicciones. 'El Papa Munilla', la verdad es que recuerda mucho a la película de Chiquito de la Calzada: 'Papá Piquillo', y tampoco le falta chiste al asunto, con perdón. No sé, igual la asamblea de párrocos vascos se tenía que replantear la 'ilegalización' de Munilla, lo digo más que nada porque un Papa de la cantera nos daría privilegios en la Santa Madre Iglesia, o en el mismísimo cielo, si me apuran.

Dios no es tonto, y sabe lo que hace. Nosotros aceptamos cualquier dogma y casi todas las leyes, pero hay un pecado capital que nos incomoda de manera especial: la gula. Si colocamos a monseñor Munilla en la balconada de San Pedro, tendríamos la opción de dejar en seis los pecados capitales, que, por cierto, ya son bastantes. Ya sé que es un poco derechón, y que las confesiones de algunos párrocos van a resultar un tanto incómodas, pero son una o dos legislaturas, no creo que aguante más de cinco pascuas sin ascender.

Además, siempre nos queda la opción del pecado de diario; la mejor manera de protestar contra un obispo es desoír sus sermones, sacar a pasear la oveja descarriada que todos llevamos dentro. Hablando en cristiano, que se abre la veda del pensamiento impuro; del gasto innecesario; de mirar para otro lado ante la injusticia; y todas esas cosas que nunca hubiéramos tenido el valor de planteárnoslas en tiempos de un Setién, por ejemplo. Si lo miramos bien, es un chollo el que nos ha tocado, demos gracias al señor. Pasen buen día.