Un triple milagroso de Bryant da la octava victoria seguida a los Lakers

Un triple milagroso de Kobe Bryant sobre la bocina dio la octava victoria consecutiva a los Lakers de Los Ángeles, al doblegar por 108-107 a los Miami Heat, que contaron con un Dwayne Wade prodigioso en la recta final del duelo.

El 24 angelino, con 3,2 segundos en el reloj, recibió el balón, se alejó de la línea de tres puntos ante la buena defensa de Wade y anotó a tablero, en suspensión y sobre la bocina para dar a los suyos una victoria que parecía imposible instantes atrás.

Bryant firmó 33 puntos y fue secundado por Pau Gasol con 22 puntos, ocho rebotes y cuatro asistencias. Wade, la estrella rival, a pesar de su nefasta primera parte, demostró toda su calidad en el último periodo y firmó 26 tantos y siete rebotes.

Arrancó bien Miami gracias al explosivo comienzo de su base titular, Mario Chalmers, quien tomó el mando del equipo ante el desacierto de Wade, que falló sus primeros seis lanzamientos y no anotó una sola canasta hasta que quedaban dos minutos para llegar al descanso.

Además el juego interior de los Heat, en teoría muy inferior al de su rival, sorprendía con la solidez de Michael Beasley y un rejuvenecido Jermaine O'Neal, aunque poco a poco fueron superados con claridad por Andrew Bynum y Gasol.

Los de Florida se marcharon por delante al término del primer cuarto (21-23), pero las cosas comenzaron a cambiar en cuanto entraron los reservas del cuadro californiano. Jordan Farmar dio un plus de velocidad a los suyos y Lamar Odom añadió unas gotas de versatilidad en ataque para mejorar a los Lakers.

Sin embargo Wade comenzó a despertar al borde del descanso y enlazó dos mates de impresión que dejaron a los Heat muy cerca de los Lakers al descanso (51-48), al que se llegó con una gran canasta de Bryant a tablero sobre la bocina.

Duelo estelar Wade-Bryant

Miami recibía el apoyo de los secundarios Jamaal Magloire, Dorell Wright y Udonis Haslem, quienes no permitieron en ningún momento que los angelinos se despegaran en el marcador.

Wade, tan irregular como brillante en ciertas acciones y perfectamente defendido por Bryant y Artest, volvió a dar la ventaja a los suyos poco antes de llegar al último cuarto (72-74), tras un parcial de 0-9.

Con el marcador empatado a 76 y las espaldas en alto, se llegó al último periodo. Bryant, hasta entonces algo desdibujado, lo emprendió con seis puntos seguidos. El líder californiano sonreía. Volvía a sentirse a gusto. Y lo demostró de nuevo con una canasta con su defensor encima que ponía a los Lakers con ocho de ventaja (89-81) a falta de siete minutos.

En esos momentos el partido tomó un cariz extraño. Gasol dio el susto al recibir un fuerte manotazo de su compañero Odom, tras intentar taponar un tiro. El español pasó un par de minutos en el suelo y se fue al banquillo con el ojo izquierdo amoratado.

Instantes después Odom fue expulsado con una segunda técnica al encararse con O'Neal y propiciar un pequeño enfrentamiento. La desorientación afectó a los Lakers, que permitieron a Miami ponerse por delante (95-96) a falta de 2:33 tras un triple de Quentin Richardson.

Los líderes de ambos equipos dieron un paso adelante. Primero Bryant, con canasta y personal. Después Wade, con seis puntos consecutivos, que puso el marcador en 100-104. Gasol anotó dos tiros libres, pero Wade no falló desde la personal.

Derek Fisher apareció en un momento crucial y anotó un triple (106-105). Entonces la estrella de los Heat falló un tiro libre y dejó la resolución del partido en manos de los Lakers, con 3,2 segundos por jugar. De sobra para que Bryant firmase la cesta ganadora y engrandeciera su leyenda.